Despidos
El pasado fin del verano se produjo en Fevecta (Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado) el despido de dos trabajadoras, ambas madres de familia y acreditada carrera en la empresa. Las despacho por razones económicas y con una indemnización de solo 20 días por año trabajado. En este caso, la actuación provoca daños que van más allá, de los muy graves personales e incide en la imagen del colectivo de cooperativistas de trabajo asociado, que se caracterizan por poner en el centro de su ideario la dignidad del trabajador. Una actuación que recae en la actual Dirección, que seguramente se hace sin contar con el consentimiento de los socios, que aunque legalmente no obligatoria, su transcendencia lo hace recomendable.
Una organización que en el editorial de su último Boletín hacía una declaración de compromiso con la creación de empleo en los colectivos desfavorecidos, también del carácter estable del empleo que crean las cooperativas y que en los últimos años ha recibido cientos de millones de pesetas para desarrollar programas experimentales de apoyo a los colectivos desfavorecidos.
Concurren en este despido causas económicas no acreditadas, existencia de otros trabajadores en situación de menor necesidad y lo que es más grave y 'maligno' cuando realizaba un trabajo que no puede amortizarse y por el contrario sólo una semana más tarde estaba realizándolo otra persona.
Seguramente no encontraríamos ningún Boletín Informativo y ninguna publicación de las muchas realizadas por Fevecta donde no se hable de trabajo estable y crear empleo entre colectivos desfavorecidos y donde no se elogie el trabajo de las cooperativas. También encontraríamos muchos cursos de formación dirigidos a colectivos desfavorecidos, también muchos proyectos europeos dirigidos a favorecer a la mujer y colectivos desfavorecidos, también declaraciones de principios y basados en los principios cooperativos, donde la ayuda mutua y la dignidad del trabajador es el 'norte'. Ahora bien, todo parece que sólo son palabras que se las lleva el viento y que tienen como objetivo transmitir aquello que no se hace en casa y que por lo tanto, no es su objetivo. Esto sólo afecta a las cooperativas, no a la Dirección de Fevecta y en todo caso, sólo se practica cuando se trata de obtener subvenciones de las administraciones públicas.
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