'Quizás se les fue la mano'
Los artefactos colocados el pasado día 5 en las puertas de los domicilios familiares de Luis Ferreira y Vicente Lemos iban claramente dirigidos contra ellos dos. Sin embargo, de lo que se conoce hasta ahora, la intención del autor o autores parece que no era causar ninguna muerte, aunque eso sólo ellos lo saben.
Los atentados 'no son actuaciones indiscriminadas sino que estaban encaminadas a hacer el daño donde lo hicieron' y fueron preparadas por personas 'que sabían lo que estaban atacando', dijo ayer Agustín Díez de Mera. No obstante, el director general de la Policía explicó, tras varias frases de cautela, que los autores 'quizás no pensaban hacer tanto daño como hicieron y se les fue la mano'.
Los investigadores se inclinan por esa posibilidad, aunque inmediatamente subrayan que los artefactos 'tenían muy mala leche' porque 'estaban preparados para estallar a la menor inclinación'. Las bombas (un cilindro de unos 30 centímetros, similar a un artefacto pirotécnico, con entre un kilo y kilo y medio de pólvora prensada) hubieran hecho 'mucho daño'. Pero en el caso del matrimonio formado por Vicente Lemos y Rosa Gil, los dos fallecidos, la colocación de la bolsa (colgada en la verja de entrada a la casa, a la altura de la cabeza), aumentó el daño. 'El niño herido y su padre se salvaron porque la bolsa estaba baja, pero al matrimonio le estalló en plena cara cuando, estamos convencidos, estaban desanudándola de la valla entre los dos', indicaron fuentes policiales.
Estos medios precisan: 'El que lo preparó sabía lo que se hacía pero es un caso de delincuencia común con un punto de locura'. La pólvora prensada es un explosivo que puede fabricar cualquiera y con tres productos de fácil adquisición.
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