'Los lunes al sol'... y los martes y los miércoles...
El número de hogares con todos sus miembros en paro se eleva en 21.500, hasta 489.600
El azar quiso ayer que la película Los lunes al sol de Fernando León de Aranoa recibiera el respaldo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas como candidata al Oscar al mismo tiempo que se conocían los datos de empleo. Según Estadística, el número de ciudadanos que pasan Los lunes al sol, y los martes y los miércoles..., se eleva de forma preocupante. Son ya 2.106.100 los españoles que están en edad y disponibilidad de trabajar, pero que no encuentran dónde ni cómo acceder a un empleo.
Un colectivo que comparte muchas de las andanzas de Santa (Javier Bardem) y sus amigos parados que van a pelear por un Oscar. Un grueso que ha aumentado en 79.800 personas en el pasado trimestre y en 271.100 en los últimos 12 meses. Según todas las encuestas de opinión, el paro es el problema que más preocupa a los españoles. El último sondeo, difundido ayer por el Pulsómetro de la cadena SER, revela que el 62,5% de los ciudadanos consultados lo coloca en el primer lugar de las dificultades que tiene España en este momento.
El drama es aún más agudo en los hogares en los que todas las personas que los componen están parados. Ocurre en 489.600 familias españolas, con una trayectoria que se ha agravado, ya que en el último trimestre ese dato aumenta en 21.500 hogares y en el último año en 74.700. Paralelamente, se reduce el número de familias con todos sus componentes en edad de trabajar que tienen empleo. En estos momentos están en esa situación 8.516.300 hogares, 18.900 menos que un trimestre antes, aunque se ha producido una reducida mejora de 36.600 en los últimos 12 meses.
El impacto de la crisis económica en el mercado laboral se constata por la comparación con la situación que había hasta hace un año, cuando se reducía el paro en tasa interanual, mientras que en los últimos tres trimestres el desempleo se ha ido empeorando. En la última EPA se produce un incremento interanual de 271.100 parados, que afecta a todos los colectivos. La parte mayor corresponde al sector servicios, con 148.300 desempleados más; en la agricultura el alza es de 33.700, en la industria de 32.300, en la construcción de 24.800, entre quienes perdieron su empleo hace tres años o más de 18.100 y entre los que buscan el primer empleo de 14.000.
El alza de 79.800 parados del pasado trimestre se concentra especialmente en el colectivo que busca su primer empleo (jóvenes y mujeres), con 29.400 parados más, le sigue el sector de la agricultura, con un aumento de 23.300, los servicios con 13.700, la industria con 13.000 y la construcción con 3.600. Sólo el grupo de quienes perdieron su empleo hace tres años o más tiene una leve reducción de 3.100.
En cuanto a las circunstancias para aceptar un empleo, se eleva la proporción de parados que se muestra receptivo a aceptar un puesto de trabajo que implicara un cambio de residencia, y sube un punto sobre el trimestre anterior, hasta el 21,9%. En contraste, disminuye el porcentaje de las personas que admitiría una oferta de empleo que implicara cambio de ocupación (con cuatro décimas menos y queda en el 70,6%), menores ingresos (una bajada superior a tres puntos, hasta el 43,7%) o categoría inferior a la esperada (2,8 puntos menos, y queda en el 50,25%).
Andalucía, a la vez que es la comunidad que destruye más empleo, sufre el mayor incremento del paro (49.500 personas), un proceso que también se da en Madrid, con 21.000 parados más. En contraste, se producen descensos en Galicia, Castilla y León, Murcia, Asturias, Baleares y Aragón en número inferior a 5.000 personas.
La otra cara de la negativa evolución del paro está en la ocupación. Por primera vez España crea empleo con un crecimiento de la economía inferior al 2%, una capacidad que siempre se pone como ejemplo del modelo de Estados Unidos. En España, el empleo crece al 1,78% y el PIB al 1,8%, un paralelismo que no se había registrado (ver gráfico).
Los expertos creen que ese fenómeno se produce porque existe una mayor disponibilidad de obra barata, especialmente de inmigrantes, que no se había dado en otras etapas de bajo crecimiento económico.
Esa disponibilidad, sumada a que las expectativas de los empresarios apuntan a que la crisis no se seguirá agravando, es la que ha evitado que el empleo se reduzca. Los datos indican que el ajuste se está produciendo en los contratos temporales, que son los que retroceden en la EPA. Los puestos fijos aumentan, frente a lo que ha ocurrido en crisis anteriores, cuando las previsiones de las empresas consideraban que podía haber una recesión aguda.
El empleo fijo crece, aunque se trata de nuevos puestos de trabajo con salarios más bajos que los antiguos. Una realidad que se constata en un informe de la Seguridad Social, que dice que el nivel salarial de los nuevos cotizantes es más de un 25% inferior a la media del sistema público. Asimismo, el INE observa un incremento de tres puntos de las personas paradas que estaban ocupadas en el periodo anterior, lo que confirma que el ajuste se concentra por la no renovación de contratos temporales.
Mujeres sin ocupación
La falta de ocupación afecta mucho más a las mujeres y su tasa de desempleo duplica la de los hombres. De cada 100 activas que quieren participar en el mercado de trabajo, hay 16,47 en paro, mientras que en los hombres esa relación desciende hasta el 8,06%.El índice femenino de paro ha descendido en un año en dos puntos, y la cifra total de paradas es de 1.210.900. La tasa de actividad sigue siendo más de diez puntos inferior a la media de la Unión Europea y alcanza sólo al 42,05% entre las mujeres. En el mercado laboral hay en estos momentos 6.142.700 ciudadanas con un puesto de trabajo, y buena parte del último empleo creado ha sido ocupado por mujeres.En contraste, la proporción de activos llega hasta el 67,29% entre los hombres. La cifra total de parados es en su caso de 895.200 y la tasa de desempleo se ha reducido en ocho décimas en un año. El empleo masculino está conformado por un colectivo de 10.214.200 ciudadanos.
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