_
_
_
_

La fiscal pide 17 años a 2 acusados de acuchillar a un liberiano

Mario G. y Vicente G., ambos de 33 años, considerados presos peligrosos, escucharon ayer las razones por las que la fiscal solicita para ellos 17 años de prisión por la muerte a cuchilladas del liberiano Andy Brown en la avenida de María Cristina de Valencia. Todo ocurrió la madrugada del 4 de enero de 2001. Una hora después del asesinato, en plena calle, la policía detuvo a los acusados en Torrent. El testimonio de tres turistas italianos que anotaron la matrícula de la furgoneta en la que circulaban los supuestos asesinos permitió su captura.

Aquel 4 de enero Mario G. y Vicente G. se encontraron en un bar de su barrio y estuvieron tomando copas hasta que decidieron ir a Valencia. Minutos antes de iniciar la ruta, Mario subió a su casa a tomarse unas pastillas prescritas por su psiquiatra debido a la psicosis y esquizofrenia que padece. 'Me tomé cinco o seis, aunque sólo me tocaba una, porque estaba muy nervioso'. A la 1.20, llegaron a la avenida de María Cristina. A pocos metros de la esquina con la calle de San Vicente, Mario vio a una prostituta. 'Me había tocado dinero en el bingo y como mi amigo Vicente es soltero pensé en ir a por una prostituta'. Mario paró la furgoneta, se bajó, cruzó la calle en dirección a la joven e instantes después apareció Andy Brown. A partir del encuentro surgen las discrepancias. La fiscal afirma que fue entonces cuando Vicente abandonó también la furgoneta y de común acuerdo la emprendieron contra Brown. Mario le acuchilló varias veces. Vicente le asestó patadas cuando estaba indefenso en el suelo.

Un chispazo

Según las defensas, Andy Brown se acercó a Mario G. y sin mediar palabra le dio un cabezazo y le mordió en la cara. Mario, entonces, empuñó el cuchillo que llevaba oculto bajo la chaqueta -según él porque en esa zona le habían atracado y pegado- y no recuerda que ocurrió. 'Sentí un chispazo en la cabeza cuando me pegó y sólo recuerdo que yo estaba en el suelo con Andy encima, que se acercó Vicente, me levanté y nos fuimos, no sé qué pasó'. No negó haberle clavado el cuchillo, de unos 40 centímetros de hoja, insistió en que no lo recordaba. Sostienen los letrados que Vicente G. no vio la pelea porque ocurrió a la altura de la parte trasera del vehículo y no tenía visión, y sólo bajó cuando oyó gritar a la chica. 'Me acerqué y vi a Mario en el suelo, Andy estaba encima, no le toqué porque Mario se levantó. No vi cuchillo ni sangre hasta que salimos a la carretera y con la luz vi las heridas de mi compañero en la cara'.

Defensas y fiscal reconocieron que lo difícil para el jurado será determinar si Mario G. -que estuvo ingresado en un centro especializado y tratado por un especialista en la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de Torrent- estaba o no en plenas facultades teniendo en cuenta su esquizofrenia y los medicamentos y el alcohol ingeridos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_