La estación de Provença se llena hasta rozar el colapso todas las mañanas
Si se pudiera, Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) pondría cada día el cartel de 'completo' en los andenes de la estación de Provença, que cada mañana roza el colapso. El incremento de usuarios (10% anual en los últimos tres años) hace que se llenen las instalaciones hasta el mismo límite, que se supera cuando se produce una avería en un tren, lo que ha ocurrido al menos en dos ocasiones: una en mayo y otra el pasado mes de octubre. Para paliar la situación, FGC ha suprimido los bancos de los andenes y, al mismo tiempo, ha destinado a varias personas para que distribuyan al público a lo largo de toda la estación y eviten la entrada cuando se halla absolutamente llena.
Entre las 7.00 y las 10.00, cada día laborable pasan por la estación de Provença más de 11.000 personas. En la primera de estas horas (de 7.00 a 8.00) utilizan las instalaciones una media de 3.200 pasajeros, que se convierten en 5.200 en la siguiente franja horaria (de 8.00 a 9.00) para volver a bajar a 3.100 entre las 9.00 y las 10.00. El verdadero peligro se produce en la hora de máxima afluencia.
La dirección de Ferrocarrils de la Generalitat está seriamente preocupada por el hecho y ha empezado a tomar medidas drásticas para evitar un accidente. Lo primero fue quitar los bancos que estaban adosados a las paredes. Después se procedió a intentar aumentar, en la medida de lo posible, la frecuencia y la capacidad de los trenes. La última decisión ha sido situar constantemente un convoy de reserva en la estación de plaza de Catalunya para evitar la alta concentración de personas que se origina cuando se produce una avería.
La empresa ferroviaria ha estudiado la posibilidad de ampliar los andenes, pero ha desistido porque se ganaría muy poco espacio y exigiría una inversión muy cuantiosa debido a que la estación, situada bajo la calle de Balmes, se encuentra en el mismísmo límite de los cimientos de diversas edificaciones. FGC ha encargado ya seis nuevas unidades para reforzar la línea, pero no estarán listas antes de octubre del próximo año.
Los andenes tienen una capacidad de 580 personas y los convoyes cargan hasta 400. Hace unos meses, el 65% de los trenes salían de Provença cargados por encima de lo aconsejable. En estos momentos la sobrecarga sólo afecta al 42% de los vagones. Algo se ha mejorado, aunque no lo suficiente. Un retraso o una avería se convierte en una amenaza de colapso. La última vez que ocurrió una avería grave, el pasado 28 de octubre, se llenaron los andenes hasta tal punto que hubo que cerrar el paso a los usuarios para evitar un accidente. El hecho hizo que se llenara también el pasillo que comunica la estación con la del metro de Diagonal de las líneas 3 y 5.
La situación provoca tantos nervios que acabó aflorando en la última reunión del Consejo de Administración en forma de enfrentamiento entre el presidente de Ferrocarrils, Antonio Herce, y el vicepresidente, Enric Ticó, que además es director general de Transportes. Ambos se acusaban de ser los responsables de los hechos y la discusión fue subiendo de tono, hasta el punto de que algunos consejeros intervinieron para apaciguar los ánimos. Ticó, según fuentes del consejo, defendía que es necesaria una ampliación inmediata de los andenes, mientras que Herce sostiene que eso sería carísimo e ineficaz. En su lugar, el presidente de FGC propone construir en la zona superior de la estación una gran plaza con capacidad para 800 personas, de forma que haya un espacio donde retener a los usuarios cuando se produzca la máxima afluencia de pasajeros.
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