'Creo que soy un gran desvalido'

Pregunta. ¿El Planeta es un premio por encargo: preséntate que te lo damos?

Respuesta. No, no, no. Tenga la seguridad de que no.

P. ¿Cuántos lectores necesitarán la respiración artificial tras empezar El huerto de mi amada, con casi dos páginas sin un punto?

R. A mí no me la hicieron [ríe], y lo escribí.

P. ¿Cree que todos los niños de 17 años tienen una vida sexual tan jacarandosa como su Carlitos?

R. Yo creo que sí. Me baso en todo lo que yo no pude hacer a los 17 años.

P. Usted no iba así por la vida.

R. No. Ese personaje está basado en un primo beato, santo, cuyo padre, Guillermo Basombrío, hermano de mi abuela materna, está enterrado en la catedral de Buenos Aires, beatificado ya y en proceso de santificación.

P. Niega la existencia de las musas. ¿No teme que le retiren sus favores?

R. Temo que me nieguen sus calores.

P. Su obra está llena de fracasos sentimentales. ¿Pura autobiografía?

R. No. Yo creo que el tema del fracaso está presente en toda la literatura peruana.

P. Dice que muchas veces la mujer es la fuerte de la pareja. ¿Le resulta cómodo?

R. Me resulta encantador. El castigo más horrible al que me sometieron en mi vida fue el más agradable: me porté mal y me metieron en un colegio de monjas, donde las alumnas grandes me tocaban y me besaban.

P. ¿Y usted de qué iba? ¿De capellán?

R. Yo iba de Niño Dios.

P. ¿Sus mujeres han sido un poco sus mamás?

R. No. Nunca.

P. ¿Juega con su pretendido desvalimiento para seducir?

R. Yo creo que soy un gran desvalido [risas]. Sthendal decía que hacer reír a una persona es ya haber ganado mucho. Yo hago reír bastante a las chicas.

P. ¿No es un poco mayor para reivindicar la adolescencia?

R. Siempre he reivindicado una frase de mi personaje Martín Romaña: Quiero prolongar mi adolescencia hasta que me sorprenda la muerte.

P. No tendrá un pedazo de complejo de Peter Pan.

R. No. Creo sinceramente que cuando me muera será con el cuerpo decrépito, pero con el corazón lleno de citas a las que ya no puedo acudir.

P. Asegura que mantiene y cultiva su primer amor.

R. El primero, el segundo, el tercero, todos. Y ellas se reúnen y salen juntas en mi ausencia. Les gusta recordar.

P. Dicen que es usted algo desastre para la vida cotidiana: hacer una maleta, ir a la compra.

R. Sí. Como dijo Julio Ramón Ribeyro, el escritor y amigo que más me quiso: 'Alfredo sólo puede tener relaciones dramáticas con la realidad'.

P. 'Sé lo que es una persona podrida, pero madura, no'. ¿Qué hace falta tener para ser maduro?

R. Mire, no sé lo que hace falta. Pero yo nunca lo tendré.

P. ¿Qué sería de nosotros sin ironía y sin humor?

R. Pues pura burocracia.

P. Una de sus bestias negras.

R. Sí. Nos llevamos muy mal y la tengo miedo. Y hay gente buena detrás de una ventanilla. Pero yo tiemblo.

P. ¿El mundo actual da para muchas risas?

R. No. Yo creo que hay que volver a Kant y ponerse a vivir como si Dios existiera.

P. Con frecuencia se abstrae y se queda como colgado. ¿En qué piensa?

R. Normalmente, en nada.

P. ¿Puro cuelgue?

R. Puro cuelgue.

P. 'Miento, pero no engaño'. ¿Porque se le ve el plumero?

R. No, porque es lindo mentir. Pero el mentiroso que entretiene, no el que te da gato por liebre.

P. Dígame algo que sea verdad.

R. Pues todo lo que le he dicho en esta entrevista [ríe].

P. ¿Qué exige a sus amigos?

R. No les exijo tanto. Les doy cariño y me dan cariño. Y una cosa que es importante: a un amigo hay que perdonarle todo, aunque joda.

P. Cite tres personajes a los que admire.

R. Nelson Mandela, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.

P. ¿Ha vuelto a vivir a España porque somos irresistibles?

R. Para mí, siempre fue un país de salvación, de salud, de amistad. Ves cambios, pero haces abstracción y te quedas en tu nube, con los amigos. Mientras tú sientas ternura por la vida privada y tus amigos te respondan con lo mismo, puedes prescindir de la otra realidad.

P. ¿Se pagará unas cañas con los 601.000 euros del Planeta?

R. Como decía Josep Pla, me han desequilibrado totalmente el presupuesto. ¿Qué hago yo ahora? No entraba en mis cálculos.