La mirada crítica
La Universidad de Deusto ha publicado en un volumen algunos de los trabajos esenciales del profesor Jesús María Lasagabaster, como homenaje académico en el momento de su jubilación. Es una costumbre saludable rendir tributo de gratitud a los profesores que dejan la docencia con una obra recopilatoria de su trabajo académico, que también realizó la misma Universidad en el momento en que Juan Mari Lekuona siguió el mismo camino. Resultan evidentes las ventajas de contar con este tomo, publicado al cuidado de Ana Toledo Lezeta, puesto que nos permite disponer de artículos dispersos en lugares poco accesibles, ofrece una imagen continuada del trabajo de un profesor y facilita información interesante al volver a poner en circulación obras que no debieron ser olvidadas.
El trabajo crítico de Jesús María Lasagabaster ha sido de primera magnitud en este paisito nuestro, porque conectó con la corriente de la sociología literaria en París, situó y describió la novela vasca que surgía en la transición (sus trabajos sobre Atxaga y Saizarbitoria son ejemplares desde el punto de vista metodológico), a la vez que antologaba esa narrativa y no ocultaba sus deficiencias: su célebre artículo sobre la falta de realismo -y sus consecuencias- en la novela vasca fue un catalizador que dio lugar a una reflexión importante de los escritores que realizaban esa creación novelística.
Por otro lado, su labor crítica se centró en la evaluación general de una literatura que estaba surgiendo más que en los textos, lo que le permitió trazar algunos esquemas de comprensión que no eran complacientes con las obras que comentaba. Sin embargo, el título, Las literaturas de los vascos, ofrece la imagen central de esta figura y de este trabajo: la afirmación de que existen varias literaturas en este país, y que ninguna puede ser arrinconada. Jesús María Lasagabaster ha trabajado, sobre todo, en la obra de Pío Baroja e Ignacio Aldecoa, pero también ha atendido la de Gabriel Celaya y Raúl Guerra Garrido, es decir escritores vascos que utilizaron el castellano como lengua de su quehacer literario. 'Yo he solido decir bromeando que mi trabajo en la universidad me ha permitido comer del castellano y cenar del euskera', escribió Lasagabaster.
Esta visión dual de las literaturas le permite apartarse de los debates estériles sobre quién es escritor vasco y una crítica de las esencias de la literatura y de su concepción sólo como literatura nacional.
Jesús María Lasgabaster: Las literaturas de los vascos. Edición de Ana Toledo. Universidad de Deusto. Donostia, 2002, 659 páginas, 30 euros.
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