Granadas contra el 'pulmón verde'
Piden la clausura del polígono de tiro de Aizoáin tras los incendios causados en el monte San Cristóbal de Pamplona
Ocurrió el pasado 28 de octubre. Una granada de artillería utilizada en unas maniobras de entrenamiento en el cuartel que el Ejército de Tierra posee en Aizoáin, junto a Pamplona, calcinó cinco hectáreas de bosque del monte San Cristóbal, el pulmón verde de la ciudad. El día anterior, más de tres mil montañeros habían secundado la marcha anual que reivindica la conversión del entorno en un área recreativa natural, una figura de protección legal que sigue pendiente.
Muchos vecinos de los pueblos cercanos así como paseantes que a diario transitan por las faldas de San Cristóbal se sintieron burlados por el Ejército, ya que, en agosto de 2002, un bote de humo usado en otro entrenamiento quemó 102 hectáreas de bosque en el que fue el incendio más grave ocurrido ese año en la comunidad. Aquel incidente provocó una resolución parlamentaria instando al Ministerio de Defensa a no usar fuego real en las maniobras. Además, la sanción aplicada por el Gobierno navarro, 130.000 euros, no se llegó a aplicar ante la existencia de un proceso judicial paralelo. El Ejecutivo de UPN se ha visto forzado a abrir un nuevo expediente sancionador.
El fuego de octubre quemó robles con 60 años de antigüedad y encinas con 17 años de edad media. Ayuntamientos afectados como el de Berriozar, presidido por un alcalde del PSN-PSOE, al igual que grupos Ekologistak Martxan, IUN-NEB o Batzarre, han pedido ahora el cierre de un polígono de tiro cuya peligrosidad ha crecido al haberse aproximado a su perímetro las urbanizaciones circundantes.
'A los militares quemar este monte les sale gratis', asegura Joseba, propietario de una vivienda cercana al cuartel de Aizoáin. 'Parece que lo hacen a propósito. En 2000 hacían maniobras el día de más viento del verano y a 35 grados de temperatura. Este año', añade 'han causado el incendio al día siguiente de la marcha montañera'. José Larrañeta, alcalde de Aizoáin, cuyos 216 vecinos son copropietarios de parte de los terrenos quemados esta semana, ha anunciado acciones legales contra los militares. 'No es sostenible mantener un polígono de tiro que carece de seguridad, no tiene pistas cortafuegos y ha quedado tan próximo a las casas de los vecinos. Esto debe ser un área natural recreativa y no puede haber balas silbando sobre las cabezas de los paseantes', añade.
Desde 1997, el Gobierno foral y los ayuntamientos de Berriozar, Ansoain, Berrioplano, Ezcabarte y Juslapeña promueven la conversión del monte en un área natural recreativa, una fórmula de protección y ordenación medioambiental.
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