El 'contable' de Harvey Pitt
William Webster vivía a sus 78 años en una plácida rutina de trabajo cómodo, retribución alta, partiditos de tenis y universal respeto hasta la pasada semana. Ese orden ideal recibió un primer golpe con su conflictivo nombramiento para encabezar el nuevo organismo (PCAOB) creado en EE UU para controlar a los auditores. Aquella tormenta se hizo demoledora al trascender su confusa actuación como presidente del comité de auditoría de una pequeña firma, US Technologies, muy propensa a tropezar.
La auditora BDO Seideman alertó al comité sobre irregularidades en la firma y el comité cortó la cabeza al mensajero. Webster alega que el despido de los auditores no tuvo que ver con el informe y que él no tiene constancia de problemas contables. BDO Seideman niega y refuta 'las falsas y engañosas declaraciones atribuidas a Webster' haciendo públicas las minutas de la reunión en que comunicó sus dictámenes. US Technologies ha sido demandada por fraude. Un caos. Antes de empezar a regular a los auditores, el presidente del ente que debe hacerlo aparece enzarzado con una auditora.
Es un misterio por qué Webster se dejó enmadejar en un lío más de Harvey Pitt, el dimitido presidente de la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de EE UU. Pitt se deshizo de John Biggs, que parecía el candidato ideal para el PCAOB, y lo sustituyó por Webster previo aval de la Casa Blanca, a la que los auditores habían hecho llegar su incomodidad con Biggs. No es que Webster haya ocultado nada. A Pitt le alertó sobre los problemas con US Technologies y le dijo que quizá no era prudente seguir con el nombramiento. Una vez elegido, Webster fue franco: 'No soy contable. No pretendo serlo'. No es el currículo ideal para presidir el PCAOB.
Frente a quienes mantienen que el PCAOB está llamado a definir nuevas reglas del juego para los auditores, los partidarios de Webster alegan que para encabezar este ente es bueno tener experiencia en la imposición de la ley. Fiscal y juez antes de ser llamado en 1978 por Jimmy Carter para encabezar el FBI y, tras nueve años, por Ronald Reagan, para dirigir la CIA, Webster abandonó la función pública en 1991 en medio de alabanzas. George Bush las ha reverdecido ahora al pedir que no se juzgue con precipitación a 'un hombre honrado' y que se deje a la SEC determinar qué ocurrió con Webster en US Technologies. Tras retirarse, el superagente volvió a la abogacía para especializarse en arbitraje e investigación interna. Webster mantiene que nada ha hecho que no debiera y apunta que está dispuesto a dejar el PCAOB: 'No me gusta tener que defenderme, porque yo no he pedido hacer esto'.
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