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Entrevista:JOAQUÍN ARANGO | Experto en migraciones

'Una política común de la UE de inmigración no es la panacea'

El director del Centro de Estudios sobre Ciudadanía y Migraciones del Instituto Universitario Ortega y Gasset, Joaquín Arango, opina que 'pocas transformaciones históricas pueden compararse en profundidad e implicaciones' a la inmigración, que es 'la conversión de las sociedades europeas en sociedades pluriétnicas y multiculturales'. Arango habló esta semana en el seminario La inmigración en la UE. Situación y perspectivas desde Euskadi, organizado por el Consejo Vasco del Movimiento Europeo.

Pregunta. ¿Le preocupa que la inmigración sea percibida como mera mano de obra?

Respuesta. Es un error usar sólo la lente utilitarista, aunque se suele hacer con buena intención. En el afán de dar argumentos para que sean aceptados, se insiste en que los inmigrantes son necesarios económicamente, pero eso tiene un peligro: ¿Y si llega el momento en que son innecesarios, qué pasa? Otro argumento erróneo bienintencionado es sostener que hacen los trabajos que nosotros no queremos. No es totalmente cierto. También hacen los que los empresarios quieren que hagan porque les resultan más baratos o manejables. ¿Y si hicieran los que nosotros también queremos, habría que poner barreras más altas a su entrada o permanencia? Además de la óptica utilitaria, debe existir la de los derechos humanos y la solidaridad. El título de una reciente serie de documentales, Les necesitamos, nos necesitan lo sintetiza muy acertadamente.

P. El Consejo Vasco del Movimiento Europeo demanda una política común de inmigración en la UE. ¿Es una solución?

R. Sí y no. En muchas vertientes es imprescindible. Si se quiere no vivir a espaldas a la realidad es necesario entreabrir las puertas, no de par en par, y eso sólo se puede hacer de forma concertada. Lo mismo ocurre con las políticas de asilo. Pero una política común no es por si misma la panacea, porque además puede ser buena o mala. Desde hace al menos dos años observamos que la Comisión Europea propugna políticas de inmigración más comprensivas y equilibradas que las existentes y está encontrando la oposición de algunos estados miembros de la UE. Ni siquiera reformuladas a la baja logran ser aprobadas.

P. ¿Qué se puede hacer?

R. La UE se encuentra en una situación absurda. Como son sociedades democráticas que reconocen obligaciones morales y políticas, admiten familiares de inmigrantes ya establecidos y demandantes de asilo. Por esas vías, más los irregulares, los flujos de inmigración en la UE o se han mantenido en algunos países y han aumentado claramente en otros, con lo cual la pretensión de la inmigración mínima posible ha fracasado. Además ha generado consecuencias no deseadas, como el fomento de la industria de la migración clandestina, la saturación de las vías de demandar asilo y cierta contribución a una psicosis de fortaleza sitiada incapaz de controlar las fronteras, lo que produce alarma, un clima adverso para la integración, tragedias humanas y el colmo, que cuanto más severas sean las políticas más tiende la gente a quedarse. Este fracaso, unido a las crecientes necesidades laborales y las perspectivas demográficas europeas, debería exigir una reflexión sobre el actual modelo.

P. ¿Qué pueden hacer entretanto las comunidades autónomas y los municipios?

R. En una vertiente fundamental y decisiva, como es la integración de los inmigrantes, mucho; mediante sus competencias educativas, sanitarias, de FP, servicios sociales, vivienda. Pueden hacer muchísimo por la igualdad de oportunidades, que es fundamental para la satisfactoria integración, por la lucha contra la discriminación, que es una condición sine qua non.

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