Vázquez saca el látigo

Quevedo, fuera. La primera medida tomada por Fernando Vázquez, el entrenador del Rayo Vallecano, contra el jugador que esta semana cuestionó la alineación que presentó ante el Atlético ha sido fulminante. Quevedo, el mismo que dijo que, si él dirigiera al equipo, seis jugadores no habrían disputado aquel choque, perdido, verá hoy desde la grada el partido entre el Rayo y el Madrid.

Sin embargo, con ser la de Quevedo la más llamativa, no ha sido la única decisión de Vázquez provocada por los acontecimientos de esta semana. Porque Michel, que salió en defensa de dos de sus compañeros, De Quintana y Pablo Sanz, que no contaban para el técnico y que, tras una grave lesión, se encuentra en perfectas condiciones, también ha sido defenestrado. Curiosamente, en cambio, De Quintana y Sanz entran en una convocatoria por vez primera desde hace hace respectivamente seis y cuatro semanas.

Vázquez no hizo públicas las razones de las ausencias de Quevedo y Michel ni las consideró un castigo aunque se trate de dos futbolistas de los que hace poco dijo que eran imprescindibles para el equipo porque, 'junto a Luis Cembranos, le dan el plus de calidad que le falta'.

En el Madrid, mientras tanto, Raúl no se ha podido recuperar a tiempo de su gastroenteritis y es baja. La enfermedad ha debilitado sobremanera al delantero, que ha adelgazado tres kilos. La semana que viene irá incorporándose poco a poco a los entrenamientos y los médicos del club esperan que esté en perfectas condiciones para el próximo partido de la Liga, en el estadio Bernabéu, contra la Real Sociedad.

La ausencia de Raúl coloca los prismáticos mirando de nuevo a la delantera. No sólo porque en los tres últimos partidos ligueros el equipo sólo haya logrado un gol, sino porque juega fuera de casa, su asignatura pendiente. En campo ajeno, en efecto, la capacidad rematadora y, por extensión, goleadora del cuadro de Vicente del Bosque decrece de forma alarmante.

Así, las incógnitas que se suscitan ante la lista que Del Bosque se reserva hasta hoy mismo giran en torno al buen rendimiento y la efectividad de Portillo y Tote en la Copa. Contra el San Sebastián de los Reyes y el Oviedo lograron diez goles, cinco cada uno. Pero ambos son conscientes de que cambiar de competición significa cambiar de perspectiva: del césped al banquillo o la grada.

'¿Convocado yo? Pero si no voy nunca', comentaba ayer un Tote contrariado; 'con la plantilla que tenemos, con los mejores jugadores del mundo, no se puede hacer nada. Ronaldo, al 40%, es mejor que nosotros. Sólo me queda aprender de él'. Del Bosque sí lo tiene claro: 'Los utilizaré cuando lo considere conveniente'.