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Reportaje:FÚTBOL | Novena jornada de Liga

Viajes opuestos

El ex azulgrana Reina regresa al Camp Nou con el Villarreal justamente cuando Valdés, pretendido en su día en El Madrigal, vuelve al Barça B

La pregunta está en el aire. ¿Quién acertó? ¿Lo hizo Reina marchándose al Villarreal y dejando al Barcelona, el club al que llegó con 15 años por deseo de su padre? ¿O se equivocó Víctor Valdés, que rechazó la oferta llegada desde El Madrigal y se quedó en el Barça porque le prometieron que jugaría? Ni uno ni otro lo dirán, pero el Camp Nou retratará hoy los viajes opuestos realizados por dos porteros de la misma edad, 20 años; formados en La Masia y con el anhelo de tomar el testigo de Zubizarreta. Reina, que ya tuvo una actuación sobresaliente en el Bernabéu, ante el Madrid, estará esta noche bajo los palos defendiendo al Villarreal, un equipo especialista en frustrar al Barça en su terreno, y Valdés, que empezó como titular en el cuadro azulgrana, pero fue desplazado hace tres partidos por Bonano, jugará mañana ante el Reus, en el Miniestadi, en la Segunda B.

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Sólo era cuestión de tiempo. La noticia se esperaba. 'Es mejor para él porque así cogerá ritmo y debe jugar. Y tiene el dorsal 25', argumentó ayer Louis van Gaal para justificar su decisión y recordar que a Valdés le queda aún un largo trecho. Sin embargo, ese dorsal tan alto no le impidió al holandés apostar desde el principio de la temporada por Valdés en detrimento del argentino Bonano, el teórico titular, y de Enke, el alemán recién llegado del Benfica. Pasó, para sorpresa de todos, incluida la de él mismo, de último a primero de la fila. El canterano, con don de mando y que ha pagado sus impetuosas salidas en el área -provocó dos penaltis ante el Brujas y el Betis-, ha jugado un trimestre. Una docena de partidos que van desde el Legia de Varsovia, en la previa de la Liga de Campeones, hasta la derrota en Valladolid. Desde entonces estuvo en el banquillo hasta que ayer tomó el billete de vuelta a una categoría inferior.

No es al primero que le ocurre. Es algo habitual en el Barça. Johan Cruyff hizo debutar a Guardiola en el primer equipo y luego le devolvió al filial -le retó a que marcara un gol y lo metió- y Van Gaal hizo lo propio con Xavi o Gabri. La cuestión es que el actual técnico no cree que el puesto de portero sea especial y le dispensa el mismo trato que a cualquier jugador de campo. 'No me precipité eligiéndole. Esta experiencia es muy buena para Valdés. Tiene talento y, cuando regrese, sabrá más. Ya sé que se puede perder en el filial', admitió, 'pero tiene que saber soportar la presión que supone estar en un club como el Barça'. Valdés no tiene ahora muchas salidas: no se siente ya a gusto en el filial porque ve difícil progresar, pero tampoco le dejarán irse cedido a un club extranjero. 'No, no', dijo Van Gaal; 'yo necesito tres porteros'.

La carrera de Valdés y Reina ha dado un vuelco en apenas dos años. Los dos aparecieron en la noria de la portería azulgrana -han desfilado ocho guardametas desde que Zubizarreta se fue en 1994- en diciembre de 2000, cuando Van Gaal se había marchado ya y Llorenç Serra Ferrer sufrió una doble lesión de Dutruel y Ar-nau. Reina sobrevivió bajo los palos unos meses hasta que Carles Rexach prescindió de él para dar las llaves a Bonano. El holandés, a su regreso, bendijo su marcha y se quedó con Valdés. 'Reina vendrá muy motivado, pero también lo hizo Dutruel y ganamos 6-1. Ahora veremos a Reina. Pero tenemos sobre él un derecho de recompra y estamos observando su evolución en el Villarreal', matizó ayer.

Culé hasta la médula -saltaba desde el banquillo como un aficionado cuando uno de sus compañeros marcaba un gol-, Reina llega al Camp Nou con el deseo de que el Villarreal continúe la buena línea seguida con Benito Floro, pero sin ánimo de revancha. Tiene la certeza de que los porteros ya no son intocables y que, como todos, están sometidos a las rotaciones. Pero afirma que se siente un 'privilegiado' por haber defendido la portería azulgrana. 'Si tengo motivos para celebrar alguna alegría, lo haré sin extravagancias', dijo Reina en una entrevista concedida al diario Super Deporte. El guardameta explica que su ilusión habría sido ser el sucesor de Zubi -'guardo unos guantes de recuerdo que me regaló; es mi ídolo, mi Dios'- y pasa de puntillas sobre la suerte de Valdés. 'No quiero mojarme sobre eso', apunta. Sin embargo, no oculta que Bonano, que le enseñó a manejar la presión, es el mejor portero del Barça.

El Villarreal es casi en el Camp Nou el sinónimo de la pesadilla amarilla. El equipo se estrenó en el estadio azulgrana en diciembre de 1998, en plenos fastos del Centenario, con una victoria (1-2), que ya entonces estuvo a punto de costarle el cargo a Van Gaal y que salpicó de pleno a Josep Lluís Núñez. Su triunfo fue llevado al cine y, dos años después, con Serra Ferrer, repitió la proeza. 'Juegan como un bloque. Es un equipo muy difícil', admitió Van Gaal.

Xavi corroboró esa impresión y avisó que el Barça ya no puede permitirse el lujo de perder más puntos en casa: ha cedido dos empates ante el Atlético y Osasuna. '¿La vuelta de Reina?', se preguntó asintiendo: 'Sí, seguro que vuelve muy motivado. Demostró que es un gran portero y espero que no tenga un buen día. Es un gran amigo y le deseó, salvo ahora, lo mejor'.

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