Los grandes retos de la nueva dirección

El nuevo equipo que surgirá del XVI Congreso del Partido Comunista Chino se enfrentará a grandes retos en los terrenos económico, social, político y diplomático.

- Economía. La política actual impide un avance de las reformas estructurales de las empresas del Estado y de los bancos y frena la inversión privada. Además, ante la entrada en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, China debe abrir su economía al exterior y debe buscar fórmulas para que las empresas chinas soporten la competencia.

- Sociedad. La liberalización económica, que ha provocado el cierre o la reestructuración de muchas empresas, ha provocado un aumento del paro que el nuevo Gobierno deberá frenar. También deberá mejorar el sistema de subsidios sociales, así como frenar las diferencias entre las provincias ricas (sobre todo en el este) y las pobres (concentradas en el oeste del país) y entre el campo y la ciudad. El éxodo rural creciente ha provocado crisis en las grandes ciudades. A medio plazo, el envejecimiento de la población va a causar un problema para la financiación de las pensiones.

- Política. ¿Podrán los nuevos dirigentes oponerse durante mucho tiempo a la democratización del país y mantener a la vez las reformas económicas que abren el país al exterior? Conforme China se abre al mundo, la sociedad civil se desarrolla y se organiza ante los problemas de medio ambiente, vivienda o sanidad.

- Diplomacia. Los nuevos dirigentes chinos tendrán la reunificación con Taiwan como gran objetivo, aunque no se sabe si adoptarán posturas más conciliadoras o mantendrán una política de línea dura. La gran incógnita está en saber cuál será la relación con Estados Unidos, si será de acercamiento o de tensión creciente.