Rhizome presenta las cinco obras ganadoras de su convocatoria de 'net.art'

Ada 1852 es una monitora digital La guía que conduce a los visitantes de Rhizome por un tour virtual a través del Art Base, la base de datos de obras de arte electrónico.

Ada no es un prototipo de robot esclavo. Sus respuestas y comentarios a las preguntas de los visitantes resultan especialmente curiosos. Ada 1852 es una creación del neoyorquino Christopher Fahey basada en la reescritura del AIML, un sistema de inteligencia artificial de código abierto.

Es uno de los proyectos ganadores de la convocatoria para la producción de obras de net.art lanzada por Rhizome, una organización sin ánimo de lucro, con más de 16.000 miembros en todo el mundo, consagrada a la investigación, producción y conservación de obras de arte digital.

De las 135 propuestas recibidas, Rhizome seleccionó cinco, a las que dotó de 20.000 dólares. Tres proyectos (Ada 1852, Context Breeder y Troika) son interfaces alternativas para navegar en Rhizome y los otros dos (iSee y Telematic Surveillance) se centran en la tecnología de vigilancia.

Context Breeder, de John Klima, compara el Art Base con un sistema vivo: las obras son elementos del genoma. El público puede navegar con un interfaz tridimensional y un algoritmo genético que le permiten combinar diferentes obras de la base de datos de net.art. 'El objetivo es crear una colección de obras que se relacionen entre ellas a partir de su naturaleza, sin depender de la elección de un crítico ni de la dictadura del voto público', afirma Klima.

En Troika, la sueca Lisa Jevbratt convierte el Art Base en un mapa coloreado, cuya configuración varía según la actividad de los internautas y las palabras clave que introducen, que la artista relaciona con el cuerpo, la mente y el espíritu.

En la vertiente Tactical Response, sobre la situación social y política tras el 11-S, hay dos proyectos sobre vigilancia. El Institute for Applied Autonomy presenta iSee, un mapa interactivo sobre los recorridos en Nueva York para evitar el acoso de las cámaras de vigilancia en los espacios públicos.

Finalmente el colectivo angloindio Nungu explora las formas de hipercontrol presentes en la sociedad actual a través de Telematic Surveillance, una ironía sobre un ficticio proveedor de seguridad.