Los 141 pasajeros del catamarán sólo pudieron usar cuatro salvavidas

En toda la secuencia fotográfica del hundimiento del catamarán turístico L'Oca que consta en el sumario no se aprecian más de cuatro salvavidas en el agua. Bartomeu Gayolà declaró ayer que algunos estaban sujeros al casco con una brida para evitar que los niños jugaran con ellos y que la decena que se habían colocado en la barandilla del piso superior de la embarcación tenían como objetivo dar buena imagen.

El fiscal mostró al acusado una fotografía del barco hundido tomada en el momento del siniestro y le conminó a señalarle los salvavidas. Sorprendentemente, Gayolà aseguró que veía seis o siete. La juez, Elena Mercado, después de rogar al acusado que se acercara al estrado para que se los mostrara, precisó que lo que señalaba Gayolà eran cabezas de personas. Carles Monguilod, defensor de su yerno, hizo notar que se trataba de 'un problema de dioptrías'. El fiscal quiso dejar constancia de que en la foto no aparecía ni un solo salvavidas.

La pregunta del grado de amistad que el acusado tenía con el alcalde de Banyoles, Joan Solana, y el concejal imputado, Josep Alsina, dio lugar a un episodio hilarante. El fiscal le dijo a Gayolà, a modo de ejemplo: 'Usted a mí me conoce, pero no somos amigos'. Inmediatamente, Gayolà replicó: 'Sí que somos amigos'. El fiscal, irónicamente y ante las risas de toda la sala, contestó: 'Veo que tiene usted facilidad para hacer amistad'.

La defensora de Alsina, Olga Tubau, le preguntó a Gayolà si cuando va al cine hay un policía en la entrada que controla el aforo. El ejemplo pretendía mostrar que del mismo modo, el Ayuntamiento no tenía a la policía controlando que no se superara el aforo de la barca.