El futuro del libro andaluz
Las editoriales de la comunidad, que publicaron 1.457 nuevos títulos en 2001, facturaron 26 millones de euros
La edición afronta numerosos retos en Andalucía. La crisis que vive Latinoamérica también ha tenido repercusiones en las editoriales andaluzas. El ejercicio de 2001 ha roto la tendencia ascendente registrada en los últimos años.
La edición afronta numerosos retos en Andalucía. La crisis que vive Latinoamérica también ha tenido repercusiones en las editoriales andaluzas. El ejercicio de 2001 ha roto la tendencia ascendente registrada en los últimos años. Con todo, el presidente de la Asociación de Editores de Andalucía (AEA), Jesús Peláez, es optimista y confía en que la unión y coordinación de las empresas de la comunidad es imprescindible para afrontar el futuro.
El presidente de los editores aboga por una mayor coordinación entre las empresas
'El librero es alguien que da cultura. No sólo vende, sino que informa y forma'
Los editores españoles publicaron 60.267 nuevos títulos en 2001. Un total de 1.457 de ellos se editaron en Andalucía. Estas cifras suponen una disminución de 135 títulos respecto a 2000 tras una serie de años de constante incremento. Andalucía se situó en el quinto puesto en la producción de novedades editoriales tras la Comunidad de Madrid (28.360); Cataluña (25.628); Euskadi (1.943) y la Comunidad Valenciana (1.933).
El número de ejemplares publicados por las empresas andaluzas también tuvo una tendencia a la baja entre 2000 y 2001. Las editoriales andaluzas sacaron 2.884.434 ejemplares a la calle en 2001 (un 7% menos que en el año anterior). La tirada media fue de 1.980 ejemplares por título.
En el apartado de títulos vivos en catálogo, las editoriales españolas pusieron 260.847 en el mercado en 2001. La aportación andaluza en este capítulo se elevó a 6.994 títulos. Andalucía volvió a situarse en quinto lugar tras Madrid (109.000); Cataluña (120.000); Euskadi (9.828); y la Comunidad Valenciana (7.874).
Los editores españoles facturaron 2.607 millones de euros en 2001 en el mercado interior, de los cuales Andalucía vendió 26 millones (cifra que aumentó un 20% respecto a 2000). La cifra de facturación media por empresa andaluza se eleva a 485.000 euros. El precio medio del ejemplar fue de 12 euros en una horquilla que va de los 23,82 euros de las enciclopedias y diccionarios a los 6,9 euros de los libros infantiles.
Jesús Peláez, presidente de la AEA, recuerda que 'en Andalucía ha habido una labor de años'. 'La AEA cumplirá 20 años en febrero. De ocho empresas que comenzamos hemos pasado a superar las 50', indica Peláez. 'La mayoría son empresas pequeñas. Pero también hay empresas con un volumen considerable de facturación. Tienen asimismo una proyección fuerte en Hispanoamérica', explica.
El presidente de la AEA cree que estas pequeñas editoriales deben apostar por incrementar su coordinación. 'Si se agruparan y llevaran adelante acciones conjuntas de comercialización y distribución, todo ello redundaría en su beneficio. Son pequeñas editoriales que deberían agruparse: por ejemplo, cinco, seis o siete editoriales de temática afín... Podrían ir formando centros de pedido y distribución', dice el presidente de la AEA.
Peláez valora el Pacto Andaluz por el Libro, que fue firmado hace año y medio por todas las instituciones. 'El Pacto Andaluz por el Libro ha tardado en despegar. No ha tenido una teofanía (aparición o manifestación patente de la divinidad)', ironiza Peláez. 'Sin embargo, hemos sentado unas bases modestas y muy interesantes a medio y largo plazo. Ahí están el Plan Andaluz de Lectura, que se hizo al amparo del Pacto Andaluz por el Libro; la campaña de fomento de la lectura en radio y televisión con 800 inserciones...', asevera.
'Además, preparamos un congreso sobre el libro electrónico en Córdoba para abril del año 2003. Al mismo tiempo, tenemos un proyecto de poner en la red 1.000 libros producidos en Andalucía. Se trataría de una biblioteca virtual de acceso libre para las bibliotecas de Andalucía', concluye el presidente de la AEA.
La crisis económica de Latinoamérica es una de las principales amenazas que penden sobre las editoriales andaluzas. 'La crisis de Argentina y Brasil, los dos grandes centros de distribución del libro español en América Latina, incide en las editoriales españolas y andaluzas. Así como en México aún hay alegría en el mundo del libro, lo que ha ocurrido en Argentina ha sido terrible. Y en el mundo de la edición hay un reflejo de Argentina en Brasil. Apenas ha habido poder adquisitivo para las distribuidoras argentinas. Se han producido más títulos, se han vendido más ejemplares... y se ha ganado el mismo dinero. Ha habido que vender más barato en Latinoamérica. Y en España también ha habido que hacer esto', indica Peláez.
El presidente de la AEA es muy crítico con la competencia de 'los libros que se venden a través de prensa en quioscos'. 'Abaratan a la mitad la media del precio de los libros', recalca. Peláez aboga por que las administraciones públicas ejerzan una función de apoyo al sector editorial. 'Las entidades públicas deberían regular la producción de libros y no entrar en el aspecto comercial. No deben competir con la edición privada. Deben editar aquello que si no lo editan ellas, no lo edita nadie. Una edición pública fuerte impide que surjan editores privados', dice. Peláez lamenta que las 'administraciones públicas editen novelas, libros de cocina, de arte...'. Y apuesta por que esta situación se acabe.
'Se hizo un acuerdo entre la Consejería de Cultura y la AEA hace dos años. Esto todavía no funciona, pero está empezando a hecerlo. La administración pública debe librarse de estas tareas de distribución y debe apostar por la coedición. Con esto ganarían las instituciones porque los libros llegarían al público', relata.
Peláez es un defensor del papel esencial de las librerías. 'Desde el Pacto Andaluz por el Libro se anima a los libreros a que se unan porque tienen grandes retos que afrontar. El libro digital cambiará el mundo de la edición y afectará a las librerías. Los editores estamos por la defensa a ultranza de las librerías. El librero es alguien que da cultura y la mantiene, a veces, en lugares apartados. El librero no sólo vende, sino que informa y forma', comenta.
El presidente de la AEA opina que se publican demasiados libros. 'El mismo mercado lo va a regular. Los editores miran con lupa el libro que publican. El libro tiene escaso espacio en las librerías. Hay que reducir la publicación y mirar mucho la calidad de lo que se publica. No ir a la cantidad', concluye.
'Salvan la pluralidad de la edición'
Las editoriales andaluzas efectúan una importante labor cultural. Libros que tendrían un difícil destino encuentran en muchas editoriales el camino para salir a la luz. Autores que comienzan su labor, asuntos que las grandes editoriales podrían tachar de localistas o temas de una gran especialización conforman un panorama que, en los últimos años, no ha hecho sino enriquecerse y ganar en complejidad.
Editoriales como Comares, Arguval, El Almendro, Guadalmena, Alfar, Castillejo, Edisur, Quorum, Sarriá, Portada, Signatura o Renacimiento han contribuido de manera decisiva a dar lustre a la cultura de la comunidad. Como muestra un botón. Es difícil concebir una historia de la poesía española de los últimos años sin repasar los catálogos de editoriales tan prestigiosas como la granadina Comares o la sevillana Renacimiento.
Muchos de los grandes escritores españoles han publicado en estas editoriales. Y, en muchas ocasiones, lo han hecho cuando comenzaban a escribir. Su labor traductora ha sido también fundamental a la hora de publicar en español la obra de grandes escritores extranjeros. Así Comares ha editado obras de Ramón Gaya, Philip Larkin, Borís Pasternak, José Luis García Martín, Derek Walcott, Albert Samain, Jon Juaristi, Paul Morand, Carlos Pujol... Renacimiento no le va a la zaga con libros de Francisco Brines, Guillermo Carnero, Roger Wolfe, Manuel Machado, Felipe Benítez Reyes, Luis Antonio de Villena...
De las 687 empresas editoriales españolas 53 son andaluzas. Se trata de nueve empresas medianas (con facturaciones que se mueven entre los 601.000 y los 18 millones de euros) y 44 pequeñas empresas (sus facturaciones son inferiores a los 600.000 euros). Sólo Madrid, con 274 editoriales, y Cataluña, con 261, superan a Andalucía en esta clasificación.
El sector editorial español genera 12.801 puestos de trabajo en nómina. 258 de estos empleados trabajan en las editoriales andaluzas. Cada editora de la región da empleo a una media de cinco trabajadores. 'Conviene recordar que el editorial es uno de los sectores que genera más ocupaciones indirectas (escritores, correctores, diseñadores, ilustradores, traductores, impresores, papeleros, encuadernadores, transportistas, libreros, distribuidores...', señala la Asociación de Editores de Andalucía (AEA) en un escrito.
El presidente de la AEA, Jesús Peláez, hace hincapié en el papel esencial que cumplen las pequeñas editoriales en el mundo de la cultura. 'Las empresas pequeñas salvan la pluralidad de la edición, que está muy concentrada en Madrid y Barcelona', comenta. 'Estas empresas pequeñas producen y mantienen unos libros y publicaciones de calidad en cuanto al contenido y, a veces, también en cuanto a la edición. Son editoriales que no entran en los canales de los best-sellers', manifiesta Peláez.
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