El conservatorio de Velluters abre sus puertas con el edificio inacabado
El sonido de las flautas se mezcla con el ruido de picos y palas
Uno de los edificios del nuevo y esperado conservatorio del barrio de Velluters de Valencia ha abierto sus puertas sin que las obras de construcción hayan acabado. El retraso de poco más de un mes en la entrega de la obra originó una demora en el inicio del curso que ha aconsejado ocupar ahora las nuevas aulas, a pesar de que aún falta gran parte del mobiliario y acondicionar completamente el edificio.
Pasear por las inmediaciones del área educativa que se está construyendo en uno de los extremos de Velluters puede acarrear sorpresas como escuchar el sonido de la flauta de un estudiante acompañado por el ruido de las sierras, de los picos y las palas de los obreros que están acabando las obras. como sucedió ayer por la mañana. El complejo educativo integrará la nueva sede del conservatorio de los grados medio y elemental, un centro de investigación médica y la Escuela de Artes y Oficios. Estos dos últimos se encuentran más retrasados aún que el anterior.
Dos alumnos se quejaron ayer de que no tienen atriles para ensayar y 'tampoco aire acondicionado'. Un padre protestó también a este diario por las condiciones en que han de estudiar los alumnos. La trabajadora de recepción atiende a la gente desde un improvisado escritorio de cartón. Los albañiles se mezclan con los músicos.
'Sí, faltan algunos muebles y ha habido pequeños trastornos', reconoció ayer el director del conservatorio, Ricardo Callejo. Pero 'había que elegir' entre demorar todavía más el inicio del curso, que hubiera trastocado todo el año, o empezar las clases, explicó el director, quien aseguró que en pocos días se subsanarán las deficiencias en cuanto al material.
El curso en el conservatorio de enseñanzas media y elemental suele comenzar en torno al 20 de septiembre. Este año, las clases empezaron el 28 de octubre, aunque las tutorías y preparaciones previas del profesorado se han desarrollado con normalidad desde el 14 de septiembre en los centros de San Estebán y en el de Gil Polo, en el que se continuará este curso impartiendo clases.
El profesor de piano, Rafael García, sin embargo, no tiene ningún problema a la hora de dar sus clases en el nuevo edificio del conservatorio. Subraya la buena insonorización de las aulas, así como la excelente calidad del instrumento. 'Quizá en la sección de viento haya algún problema', apunta, al tiempo que argumenta que 'no se podía retrasar más el inicio del curso'.
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