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'Comprarme un Ferrari ya no me va'

Pedja Mijatovic toma un café corto con dos bolsitas de azúcar. Se siente feliz en Valencia. A sus 33 años, ha alcanzado una serena madurez: disfruta del respeto de sus compañeros del Levante y de la admiración de sus rivales en Segunda, que se pelean por una camiseta suya tras los partidos.

Pregunta. ¿Cómo lleva las primeras arrugas?

Respuesta. Eso es lo que menos me preocupa. Además, dicen que los hombres son más atractivos cuando alcanzan cierta edad.

P. ¿Sigue tan vanidoso?

R. Antes cuando era más joven, sí. Ahora no tanto. Me gusta vestir bien, pero no tanto.

P. ¿Se siente una estrella?

R. Me siento importante para este equipo y para los aficionados. Preparo mi adiós al fútbol, dejar paso a la gente que viene con ilusión, pero antes quiero ayudar al Levante y la selección.

'Ahora no importa, pero tengo la sensación de que fue fuera de juego mi gol en la 'séptima'

P. ¿Por qué no se dosifica y deja la selección?

R. Porque me necesita. Me llaman no sólo por mi juego, sino por el ambiente que pueda crear.

P. ¿Ha perdido velocidad?

R. Sí, cada año se pierde un poco de velocidad, pero todavía puedo ganar una carrera.

P. ¿Es un talento natural?

R. Sí, pero muchos amigos míos con más talento que yo no han hecho nada. Yo soy un fanático del fútbol: nunca desconecto del fútbol. Cuando no pienso en el entrenamiento, es en el partido, o en el campo.

P. ¿Cuál ha sido su punto de débil?

R. Cabecear: siempre cierro los ojos y la pelota va donde va. Aunque en la época de Luis marqué muchos goles. Fue suerte.

P. ¿Es muy maniático?

R. Ahora menos. Pero sí. Por ejemplo, si ahora me tomo un café con usted y el sábado marco dos goles, volveré a tomar café este día. Lo sigues haciendo hasta que tomas café y no marcas. Siempre he jugado con las medias al revés. Tomaba una coca-cola dos días antes...

P. ¿Le respetan los rivales?

R. Sí, algunos se quedan preguntándose 'qué hace éste aquí'. Me piden autógrafos y me sabe mal cuando me piden dos o tres la camiseta, así que se la doy al primero que me la pide.

P. En el Madrid, perteneció a la quinta de los Ferrari. ¿Se avergüenza de aquella ostentación?

R. No. Para mí ahora, con 33 años, comprarme un Ferrari 355F1, no me va. Tengo mujer y tres hijos y compro un coche más grande para pasear con ellos. Pero si eres joven, soltero, estás en un club importante y ganando títulos, ¿por qué no? El Ferrari lo vendí. Ahora soy más familiar.

P. ¿Competían por ver quién compraba el mejor coche?

R. No. Tuvimos un buen grupo, muy positivo, cada jueves salíamos a cenar y después a tomar una copa. Luego, llegaba el domingo y ganábamos. Después Roberto Carlos, Seedorf, Suker o yo nos comprábamos un coche porque éramos jóvenes.

P. ¿De verdad soñó que iba a marcar el gol de Ámsterdam, el de la séptima Copa de Europa del Madrid, ante el Juventus?

R. Tuve una sensación rara la noche antes del partido. Todos los compañeros me decían que yo iba a hacer algo grande. No sé explicar por qué.

P. ¿Y también soñó que marcaría en fuera de juego?

R. [Risas] Ahora no importa eso. Cuando veo las imágenes, tengo la impresión de que es fuera de juego. Peor para la Juve.

P. Siempre habla muy bien del Madrid, pero le dieron la patada a poco que bajó su nivel.

R. No, no, no, eso es equivocado. Yo me llevaba mal con ese entrenador . Los últimos cuatro meses, empezó la guerra en Yugoslavia, y le dije que no me encontraba bien anímicamente. Él pareció comprenderme, pero, cuando llegaron los malos resultados, dijo que yo no había querido jugar. Hablé con el presidente, me dijo que Toshack seguiría un año más, y como tenía ofertas, me fui. Había un mal rollo personal entre nosotros.

P. ¿Con qué entrenador se ha sentido más a gusto?

R. Con Luis Aragonés hice la mejor temporada de mi vida, en el 96. Luego con Capello también aprendí mucho. Y ahora mismo también aprendo cosas.

P. ¿Algún jugador que le entusiasme?

R. Raúl y Aimar.

P. Aparte de dar patadas a un balón, ¿qué sabe hacer?

R. Poco más. Desde los 13 años no he hecho otra cosa.

P. ¿Ha sido cuidadoso con el dinero?

R. Sí, aunque unas temporadas más y otras menos. Cometí algunos errores, como todos. Los futbolistas somos muy privilegiados, pero yo no soy rico.

P. ¿Tiene inquietudes culturales?

R. He descubierto ahora que me gusta el cine: ir a ver una buena película con mi mujer. Antes me molestaba que viniera la gente a verme; ahora ya no. También me gusta leer.

P. ¿Por qué fracasó en Italia?

R. Tuve una lesión en el tendón al principio y, luego, ya nadie quiso esperarme, en el fútbol de hoy no hay paciencia.

P. ¿Podía imaginarse lo que le pasó al Fiorentina?

R. No, se veía que el club no podía pagar, pero confiábamos que al final encontraría el dinero.

P. ¿Cuánto le deben?

R. Bastante. No sólo a mí, sino al resto de mis compañeros.

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