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Entrevista:MIGUEL BUEN | Candidato socialista a diputado general guipuzcoano

'La mejor solución para Guipúzcoa sería un gobierno del PSE, el PNV y el PP'

Alcalde de Rentería durante 14 años, el socialista Miguel Buen (Ardisa, Zaragoza, 1947) es un político incombustible al que no le frena nada. Ahora se lanza a la pelea de la Diputación guipuzcoana como candidato de su partido a diputado general en las elecciones de 2003.

Pregunta. Candidato a diputado general, alcalde de Rentería, portavoz en Juntas Generales y vicesecretario general del PSE de Guipúzcoa. ¿No acapara un exceso de cargos?

Respuesta. Ser alcalde y portavoz en las Juntas son cargos complementarios y la condición de vicesecretario implica sustituir al secretario general, pero Manuel Huertas es un dirigente que siempre está, y ejerce. Por eso mi labor se centra en la vida institucional: en Rentería, en las Juntas y en Diputación.

'Tengo muy claro que en la Diputación voy a favorecer el diálogo y a practicarlo'
'A los de Batasuna se les ve preocupados, pero no corrigen sus actitudes ni han reflexionado'

P. ¿Qué ha pasado para que hace cuatro años tres candidatos compitieran en las primarias de su partido para este puesto y ahora sea usted designado sin oposición? ¿Ha sido por el último congreso del PSE?

R. No lo sé; no tengo las claves. Hace tres años yo no quise entrar en la pelea, porque las primarias, que son muy importantes por la participación de la militancia, si no se hacen adecuadamente crean divisiones y resquemores que tardan en desaparecer. El congreso ha contribuido a la tranquilidad, porque los congresos que plantean posiciones tan abiertas como lo fue el nuestro, clarifican mucho; mientras que cuando se hacen con esas unanimidades que también nosotros hemos tenido, dejan las cosas mal hechas.

P. ¿A qué atribuye el desajuste en los resultados del PSE, que mientras consigue en Guipúzcoa las alcaldías más populosas no logra igual apoyo a las listas para las Juntas?

R. Nuestros votantes conocen la Diputación, pero no las Juntas Generales. Y no aprecian esta institución como cosa suya sino, más bien, como un invento de los nacionalistas. Pero los ayuntamientos sí son reconocidos.

P. Van a participar en la campaña sometidos a la amenaza de ETA. ¿Cuál es su ánimo y el de sus compañeros?

R. La gente está con los temores de siempre, pero con ganas. La razón es que nuestro discurso empieza a salir, pese al marasmo en el que nos quieren meter entre el PNV y el PP. A ellos les interesa mantener la pelea sobre soberanismo o España, frente a las cosas del día a día que se gestionan en la Diputación y los ayuntamientos. Pero lo comprendo porque para el PNV es imprescindible conseguir la mayoría absoluta en los tres territorios; de lo contrario, no puede llevar a cabo su proyecto.

P. ¿Está insinuando que la propuesta del lehendakari es una táctica electoralista?

R. Tiene muchísimo de táctica electoralista: quieren quedarse con los votos de Batasuna y sólo los pueden conseguir desde la radicalidad. Si no obtienen la mayoría absoluta en los tres territorios, como es de suponer, jugarán a ser prácticos, cambiarán su estrategia como lo hicieron después de Lizarra y como lo han hecho en múltiples ocasiones. Desde su creación el PNV se ha movido en esa ambivalencia.

P. En Rentería los radicales son la segunda fuerza. ¿Cree que han cambiado y reflexionan desde su progresiva debilidad?

R. Se les ve preocupados, pero poco más que eso. No veo iniciativas con autocrítica algo que, según su ideario, sería consustancial. No sólo no corrigen sus actitudes, sino que no han hecho ninguna reflexión.

P. La legislatura comenzó con un pacto presupuestario PNV-EA-EH. ¿Ha tratado la Diputación igual a los ayuntamientos socialistas que a los nacionalistas?

R. Ha habido casos de favoritismo. El acuerdo con Batasuna se tradujo en un apoyo a las Cuevas de Ekain, en Zestoa, frente a otra iniciativa que podía haber incidido en la economía de Eibar y Elgoibar. También en la salida de la Diputación de su participación en el recinto ferial de Irún o la demora de la variante de Eibar. Pero el favoritismo más evidente se da cuando ponen en marcha un programa y yo, socialista, me entero por el boletín oficial mientras los alcaldes nacionalistas lo conocen mucho antes. Después todos podemos presentarnos, pero estamos en inferioridad de condiciones.

P. De modo que la hipotética entrada de Batasuna en el Gobierno foral hubiese sido nefasta.

R. Yo creo que sí, y por muchas razones. La Diputación está en el Consejo de Administración de Kutxa y dar entrada a HB hubiese significado darles la llave del conocimiento de los dineros de Guipúzcoa, según reconoció el propio [Román] Sudupe.

P. ¿Cree que la marcha de Sudupe, defensor del diálogo con ustedes, va a dificultar su entendimiento con los nacionalistas?

R. No lo sé. Va a depender del peso político y del talante de quien le sustituya. Sudupe tuvo que lidiar con muchas dificultades internas para sacar adelante los acuerdos con los socialistas. Yo tengo muy claro que voy a favorecer el diálogo y a practicarlo.

P. ¿Su propósito no se va a resentir con la política y la propuesta de Ibarretxe?

R. Insisto en que el lehendakari está explicando en cada foro de una manera distinta su propuesta.

P. ¿Gobernaría con el PP si se diese la oportunidad?

R. ¿Por qué no con unas condiciones mínimas de gobernabilidad? No me parecen los herederos del franquismo y el PP actual es homologable a cualquiera de nosotros. Otra cosa es que tengan un proyecto muy distinto al mío.

P. ¿Entre PP y PNV-EA cuál es su opción preferente?

R. En un territorio tan fragmentado política y sociológicamente como Guipúzcoa la mejor solución sería un gobierno de los tres partidos. Es aquí donde con mayor crudeza se ha vivido la amenaza de ETA y la kale borroka. Ahí están los numerosos concejales asesinados tanto del PP como nuestros. El encuentro entre las tres ideologías sería deseable, aunque sé que es muy difícil porque la posición tanto del PNV como del PP es hacer todo lo posible para no llegar a ningún acuerdo.

P. ¿Acudió a la última manifestación de ¡Basta Ya!?

R. El lema de la convocatoria contra el nacionalismo obligatorio no me gustó y, al principio, no pensaba ir. Pero el discurso de Ibarretxe y las declaraciones que sobre el mismo hicieron dirigentes nacionalistas me hicieron rectificar. Me convencí de que tenía que estar en la manifestación porque encontré muchos puntos de imposición en la propuesta del lehendakari.

P. Jesús Eguiguren ha criticado la unilateralidad de Elkarri ante la propuesta de Ibarretxe. ¿También a usted le ha decepcionado?

R.Estoy totalmente de acuerdc. Aunque Jonan Fernández niegue que conociera el documento del lehendakari, tenemos serias dudas sobre ello; incluso de que él o Elkarri no hayan participado en su redacción, porque muchas de las propuestas de Elkarri están recogidas en la de Ibarretxe. Lo más probable es que parte de esas propuestas hayan salido de la misma cocina y que en el documento de Ibarretxe hayan participado personas que también han tomado parte en la Conferencia de Paz.

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