Las cabinas telefónicas han sufrido robos por valor de 18 millones de euros

En menos de diez horas, agentes de la Policía Judicial de la capital han desarticulado cuatro grupos delictivos que se dedicaban a cometer robos con fuerza en cabinas telefónicas. La operación se ha saldado con 14 detenidos de nacionalidad rumana, uno de ellos menor. Los agentes sorprendieron in fraganti a los delincuentes. Llevaban consigo los materiales empleados para forzar las cabinas y 1.600 euros en moneda fraccionaria. En lo que va de año, este tipo de bandas ha robado unos 18 millones.

La operación policial, denominada Operación Dígame, se produjo a mediados de esta semana. Todos los presuntos delincuentes son hombres de nacionalidad rumana y tienen edades comprendidas entre 17 y 35 años, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.

Según los agentes, todos fueron sorprendidos cuando se disponían presuntamente a forzar cabinas telefónicas situadas en las calles de Modesto Lafuente, Ríos Rosas, Illescas, plaza de Aluche y paseo de Extremadura.

Los primeros en ser detenidos fueron Adrian Cristina C., de 17 años; Gheorge A., de 22, y Gheorge C., también de 22 años. Los tres fueron localizados en la calle de Modesto Lafuente (distrito de Chamberí). Los presuntos delincuentes fueron arrestados cuando estaban ya preparados para dar su siguiente golpe, siempre según la policía. Solamente una rápida actuación policial, permitió reducirlos antes de que pudieran huir. De esta manera, los agentes lograron abortar nuevos robos.

Pero la policía no dio por cerrada la operación y montó entonces un servicio de vigilancia que se alargó durante toda la noche. Al amanecer, los detenidos eran 14.

Una hora más tarde de las primeras detenciones se produjeron las siguientes en cascada. Los agentes arrestaron a Dornut N., de 30 años; Stanoaia V., de 26, y Albert Cristian P., de 21 años. Todos fueron detenidos en las inmediaciones de la plaza de Aluche.

A las 23.30 eran detenidos, también en la calle de Illescas, Mihail S., de 26 años, e Ivanciuc S., de 20. Pasada la medianoche, en el paseo de Extremadura eran sorprendidos Dan Florín M., de 29 años; Catalina Silvia V., de 27, y Dragoi R., de 35 años. Según la policía, todos estaban armados con palancas y mazas para destrozar los teléfonos. Por último, en la calle de Ríos Rosas terminaba la operación con el arresto de Agapie V., de 19 años; Pavel S., de 26, y Neculai C., de 25.

Operación Dígame

Estas bandas, perseguidas por la policía dentro de la cuarta fase de la Operación Dígame, llevan todo el año actuando en la capital, siempre según la versión policial.

En total, la policía les imputa medio centenar de hurtos en cabinas del centro de Madrid, principalmente en las ubicadas en el paseo de la Castellana y en las calles de Eduardo Dato, Espronceda, General Martínez Campos, Velázquez, plaza de Chamberí y Santa Engracia.

La Jefatura Superior de la Policía de Madrid precisó ayer que solamente siete de los implicados habían estado detenidos en otras ocasiones por delitos similares. El resto carece de antecedentes policiales y probablemente fueron captados por los compatriotas más veteranos.

La manera de actuar de estos delincuentes es rápida y eficaz: dos de ellos fuerzan la cabina con palancas, mientras otros dos esperan en un coche para almacenar las monedas y huir rápidamente a otras zonas de la ciudad. De esta manera, a la policía le es muy dificultoso dar con ellos. Sólo un fuerte sistema de vigilancia ha permitido desarticular las cuatro bandas organizadas.

Según la Jefatura Superior de Policía, la importancia de estas operaciones radica en la dificultad que supone coger in fraganti a los delincuentes. Son grupos delictivos integrados por ciudadanos de origen rumano o de otros países del este de Europa, que están muy especializados en este tipo de hurtos y dan sus golpes con extrema rapidez.

Además, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, este tipo de bandas ha adquirido una gran perfección a la hora de forzar las cabinas, y trabajan muy bien organizadas para desplazarse de unas zonas a otras de la capital.

Según la policía, las diferentes bandas que operan en Madrid se han apoderado en los últimos meses de unos 18 millones de euros (3.000 millones de pesetas).