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NOVEDADES

Mercedes con genio

AMG, la firma deportiva de la marca alemana, amplía su oferta y lanza un C30 CDi

Marcos Baeza

LAS SIGLAS AMG identifican a los Mercedes más deportivos. Son modelos de altas prestaciones que acentúan con discreción su imagen externa y sobre todo potencian el rendimiento mecánico de los coches de serie que utilizan como base. La marca de la estrella ofrece en la actualidad versiones AMG de todas sus berlinas, cupés, descapotables y 4×4. Y algunas ofrecen un poderío tan espectacular que pueden rivalizar con los mejores Porsche y Ferrari.

Un comienzo modesto

Lo que hoy se conoce como la división deportiva de Mercedes empezó como una pequeña empresa que preparaba coches de calle para competir en circuitos. En 1967, Hans Aufrecht y Eberhard Melcher fundaron la compañía. Y, tras unir las iniciales de sus apellidos y añadir la del lugar de nacimiento del primero, Grobaspach, bautizaron su sueño como AMG. Al principio se establecieron en un viejo molino, y sus primeras creaciones, basadas en los Mercedes 300 SE, participaron en carreras de turismos en Europa. Pero el AMG más trascendente de esa primera etapa fue el Mercedes 300 SEL 6.8 de 1971, que ganó en su categoría en las 24 horas de Spa (Bélgica) y terminó segundo en la clasificación absoluta. Montaba un motor 6.8 de 280 CV, un chasis preparado y frenos más potentes.

Desde entonces, los éxitos de AMG en carreras de turismos se hicieron habituales. El Mercedes 190 E 2.3 16v. (1986) estuvo a punto de ganar los campeonatos alemanes de turismos (DTM) entre 1986 y 1990. Y su evolución, el 190E 2.5 16v., lo logró en 1992. Después, su sucesor, el Mercedes Clase C (1994), se adjudicó los de 1994 y 1995. Y el éxito siguió en 1997 con el CLK-GTR, el AMG más potente: un gran turismo (GT) de 600 CV que se estrenó ganando el Campeonato FIA de GT.

Colaboración con Mercedes

Paralelamente a su evolución deportiva, AMG fue recibiendo cada vez más pedidos de coches de calle modificados. Y el crecimiento obligó a abrir una nueva factoría y emplear a 100 trabajadores en 1985. Las versiones AMG siguieron ganando prestigio y en 1990 se firmó un acuerdo con Mercedes: se venderían en los concesionarios oficiales como versiones deportivas de la marca de la estrella con la misma garantía que los modelos normales, lo que mostraba la confianza en la fiabilidad de los AMG. Pero eso fue hasta 1993, cuando llegó el C36 AMG, primer fruto de la asociación.

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La última revolución en AMG

Ahora, en 2002, Mercedes acaba de completar su gama AMG con nuevas versiones, entre las que destaca el Sports Coupé C30 CDi, primer AMG con motor turbodiésel. Monta un 3.0 de 231 CV, alcanza 250 km/h. y gasta sólo siete litros de media. Y llegará en febrero con un precio de 50.000 euros. Además, este motor se ofrecerá también en febrero, en el Clase C, desde 56.000 euros. Y entre las últimas novedades sobresalen el Clase E AMG, con motor 5.5 V8 de 476 CV (99.650 euros), y los Clase S y cupé CL AMG, que comparten un V12 de 500 CV (139.000 y 147.000). Los tres ya están en venta.

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Sobre la firma

Marcos Baeza
Redactor de Motor, especializado en producto y tecnología. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS, desde 1998, ligado siempre al automóvil. Sigue la actualidad del sector, prueba los nuevos modelos que llegan al mercado y analiza las tendencias y tecnologías asociadas, como la nueva movilidad eléctrica.

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