Arte y negocio en Cocentaina

Atracciones, artesanía, alimentación, maquinaria, arte... Cocentaina comenzó ayer por la tarde su transformación anual en la Fira de Tots Sants. La edición de este año, la número 656, que se prolongará hasta el próximo domingo, ha crecido en espacio hasta abarcar 50.000 metros cuadrados de extensión, casi lo mismos que se necesitan para albergar los aparcamientos de los visitantes que estos días visitarán la llamada Vila Condal.

La Fira de Tots Sants de Cocentaina se ha convertido en el mayor acontecimiento que desarrolla la comarca de El Comtat a la vista de visitantes y expositores. La inversión económica y laboral supera con creces a otras festividades. 'No se puede ni comparar con las Navidades. La población se vuelca, los comerciantes se anuncian por prensa, radio y televisión, porque la repercusión es mayor', explicó el alcalde de Cocentaina, Josep Marset.

Con todo, los organizadores esperan que hasta el próximo domingo, en que la Fira de Tots Sants echará el cierre, el volumen de negocio generado ascienda a 24.000 euros. 'La media de gasto por visitante es de unos 60 euros'. Ésa es la cantidad que viene a gastar una persona en un día de feria que compra algún objeto de artesanía, algo de alimentación, come en un restaurante y visite los expositores y la feria de atracciones. 'Si esa cantidad se multiplica por las cerca de 400.000 personas que esperamos este año el cómputo se eleva a 24.000 euros', razona Rafael Briet, concejal de Feria y Fiestas de Cocentaina. Para que todo transcurra con tranquilidad se ha progamado la presencia de un centenar de agentes de seguridad.

La Fira de Tots Sants de Cocentaina no ha sido siempre igual. Comenzó su andadura en 1346, año en que le fue concedido el privilegio real para celebrarse; su carácter era por entonces eminentemente ganadero y equino. Desde sus orígemes ha experimentado numerosos cambios, aunque los organizadores han querido mantener la estética de sus principios con el mercado medieval y árabe que se ubican en la parte más antigua de Cocentaina.

La diversificación de la feria ha crecido en todos los ámbitos con el objetivo de colmar las expectativas del mayor número de público posible. El apartado cultural se ha hecho un hueco destacado entre los acontecimientos que ofrece la fira, a través de sus exposiciones. Las muestras de arte se concentran en el Palau Comtal, el edificio señorial que albergó al antiguo señor de Cocentaina y artífice de la feria, Roger de Llúria.

De su mandato data el retablo de Santa Bárbara que estos días se muestra al público tras su restauración. 'Es la única pieza de gótico italiano que se conserva en la Comunidad Valenciana', asegura la responsable de Patrimonio del Ayuntamiento de Cocentaina, Elisa Domenech. Esta obra y otras piezas que abarcan los siglos XIV al XVIII se atribuyen a artistas como Nicolás Borrás y a uno de los exponentes del barroco valenciano, Jerónimo Jacinto Espinosa. Las obras forman parte de la colección museográfica que se ha abierto en la Sala d'Ambaixadors del Palau Comtal. Esta colección, en la que el Ayuntamiento de Cocentaina ha destinado este año su mayor atención e inversión económica, cerca de 54.000 euros, se completa con otras exposiciones que aumentan el carácter cultural de esta feria. Las aportaciones de este año vienen de la mano del Centre d'Estudis Contestans, con fotografías retrospectivas de Cocentaina, una exposición de vehículos antiguos en el Patio de Armas del Palau Comtal y la muestra de armas blancas del siglo XVIII, hasta la actualidad en el Casal Fester.

La fira ha llamado la atención de algunos medios de comunicación nacionales, que se desplazan para contarla en directo. Uno de los más esperados es el periodista Fernando Delgado, que el domingo emite su programa A vivir que son dos días para la Cadena SER, desde el centro de Cocentaina.