El Gobierno expulsará a los delincuentes extranjeros si el juez no se pronuncia

Los extranjeros que cometan delitos para los que la ley prevea penas inferiores a seis años de prisión serán expulsados de España si el juez no se pronuncia en un plazo determinado, que está aún por precisar. Ésta es una de las novedades que contiene la reforma de la legislación de extranjería que prepara el Gobierno.

Por el momento, el juez puede elegir entre expulsar o enviar a prisión a estos delincuentes. Tras la entrada en vigor de la reforma, deberá dictar sentencia en un tiempo límite marcado en la ley. En caso de que, por el motivo que sea, no lo haga, el Ministerio del Interior expulsará al acusado. Sólo si, dentro de ese plazo aún por determinar, el magistrado aprecia de forma motivada la existencia de circunstancias excepcionales que justifiquen la denegación de la expulsión, se paralizará ésta.

El delegado del Gobierno para la Extranjería, Ignacio González, hizo este anuncio ayer en el Senado y justificó la reforma, que implicará la modificación del Código Penal, porque 'agilizará la tramitación de las causas pendientes'.

La medida parece que traerá polémica. La secretaria de Políticas Sociales y Migratorias del PSOE, Consuelo Rumí, acusó al Ejecutivo de 'poner en peligro la separación de poderes y el control de los jueces sobre el proceso penal' y denunció que 'omitir la autorización judicial en la expulsión es algo insólito en el Derecho español'.

'Si el juez no se pronuncia en un tiempo determinado', añadió, 'el motivo será la acumulación de causas y la sobrecarga de trabajo, pero en ningún caso porque no sepa qué decir o porque no quiera pronunciarse, ya que está obligado a ello'.