La población de linces bajó de 1.200 a 200 ejemplares en 14 años

La población de lince ibérico, el felino en extinción más amenazado, ha pasado de unos 1.200 ejemplares contabilizados en 1988 (con 350 hembras reproductoras) a menos de 200 (entre 20 y 25 hembras reproductoras), según el último censo realizado en España. Estos datos se hicieron públicos ayer en un seminario internacional sobre medidas de protección de esta especie que se celebra en Andújar (Jaén).

En estos momentos, sólo existen poblaciones de linces capaces de mantener la especie en las provincias de Huelva y Jaén. El censo, coordinado por Nicolás Guzmán, pone de manifiesto que las únicas poblaciones reproductoras son las situadas en Andújar-Cardena, con un centenar de ejemplares, y en Doñana, con una treintena de animales más.

Para censar a la población de linces ha sido necesaria la puesta en marcha de mecanismos como la instalación de cámaras fotográficas que se disparan cuando los linces se acercan a un cebo o el análisis del ADN de los excrementos.

Los problemas para la conservación del lince son el furtivismo, los atropellos, la pérdida de hábitat, la endogamia y la disminución e incluso desaparición total de las poblaciones de conejo, su principal alimento, debido al efecto combinado de la mixomatosis y de la enfermedad hemorrágica vírica.

El seminario en el que se darán cita hasta mañana más de un centenar de expertos ha sido organizado por la Junta de Andalucía, el Ministerio de Medio Ambiente, Adena y la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Desencuentros

El representante del Consejo de Europa Eladio Fernández Galiano aprovechó la presencia de las administraciones para criticar los desencuentros que han tenido hasta ahora en la política de conservación del lince y para reclamar que, de ahora en adelante, trabajen de forma coordinada. El mismo esfuerzo reclamó Urs Breitenmoser, de la UICN.

Todos los participantes, incluidos la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, y la directora general de Conservación de la Naturaleza del Ministerio, Inés González, coincidieron al afirmar que la situación es extremadamente preocupante y que deben realizarse todos los esfuerzos para evitar que desaparezca una especie animal más del planeta. 'Tenemos que hacer autocrítica y reconocer que algo ha fallado cuando vemos que sólo quedan poblaciones viables en Andalucía', subrayó Coves.

Las administraciones, con una pequeña participación del sector privado, cuentan con un presupuesto de más de 30 millones de euros para establecer programas que permitan la conservación de este felino. Entre las actuaciones ya iniciadas se encuentra el programa de cría en cautividad, la creación de una reserva genética y acuerdos con propietarios de fincas privadas en las que hay ejemplares de esta especie.