Manic Street Preachers resumen su carrera en 'Forever delayed'
El grupo británico recopila 20 temas en el disco
Surgidos de Gales en 1991, los Manic Street Preachers han sido constantes agitadores de la escena musical británica. Una gran hazaña: sin renunciar a ejercer de conciencia política del pop británico, colocaron más de dos docenas de canciones en las listas de éxitos del Reino Unido. Veinte de esos temas están recopilados en Forever delayed, un recopilatorio que irá acompañado en una edición especial por un CD que rescata remezclas de Chemical Brothers, Massive Attack, Cornelius, David Holmes o Stereolab.
El título del disco, explica el bajista y letrista Nicky Wire, es una broma privada entre el grupo y la discográfica Epic: 'Como todos, siempre nos retrasamos a la hora de terminar un disco. Alguien sugirió que cualquier disco nuestro se podía llamar Eternamente aplazado, y aceptamos la idea'. Wire se apresura a acallar los rumores que presentaban Forever delayed como el preludio a una despedida: 'De hecho, ya tenemos una idea bastante clara de cómo sonará el próximo trabajo. Será nuestro Nebraska , algo muy áspero, canciones en blanco y negro. Yo ya tengo muchas letras y James (Dean Brad-field, cantante y compositor) se siente ahora tan apasionado como prolífico'.
Así que Manic Street Preachers todavía tienen mucho que decir. Debe recordarse que este grupo sobrevivió a la desaparición -probablemente se suicidó- de su cabecilla, Richey Edwards: 'Han pasado más de siete años y, como su familia, nos negamos a considerarle legalmente muerto. De hecho, cuando tomamos decisiones, alguien dice 'esto no le gustaría a Richey' o 'Richey optaría por lo otro', y se discute como si siguiera con nosotros'.
Lo que no significa que se hayan privado de embarcarse en aventuras que, cabe suponer, hubieran contado con el veto de Edwards: el guitarrista, que se atormentaba públicamente por haber disfrutado del sexo mercenario en su visita a Tailandia, difícilmente habría aceptado tocar en Cuba, un país sometido a una dictadura férrea donde los amantes del rock eran perseguidos hasta tiempos relativamente recientes, Nicky discrepa: 'Incluso con Richey tocamos en lugares que tenían gobiernos detestables'. Sí, pero no fueron visitados por el malo de la película, como ocurrió con Castro en el habanero teatro Karl Marx. 'Bueno, sabíamos que Fidel nos usaba para dar una imagen exterior moderna y congraciarse con los cubanos que escuchan rock. Aun así, su carisma nos impresionó. Nosotros, por ser en cierto modo representantes culturales de Gales, hemos tenido la oportunidad de codearnos con muchos políticos: sólo ante Castro hemos sentido el aliento de la historia'.
Insiste Nicky en que la valoración de un líder político debe tomar en cuenta muchas circunstancias y toda su obra: 'Por ejemplo, Tony Blair es ahora muy impopular por respaldar a Bush en el asunto de Irak. Creo que se olvida la deuda que tenemos con Estados Unidos: de no ser por su intervención en la II Guerra Mundial, todos hubiéramos crecido marcando el paso de la oca. No me gusta el seguidismo de Blair, pero comprendo que no tiene otra salida; además, al lado de Bush puede aportar un poco de sensatez y ser una influencia moderadora'.
'Yo no puedo olvidar que Blair devolvió el autogobierno a Gales y Escocia', añade Nicky Wire. 'Hay galeses que se quejan de la creación de una nueva burocracia, pero es extraordinario lo que hemos ganado en confianza. Además, Toni Blair ha conseguido cierta paz en Irlanda del Norte y que la policía ya no te detenga por fumar un porro'.
Babelia
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