LA BODA DE KALINA Y KITÍN Y EL TURISMO
Los turistas que paseaban el sábado por Borovets, en Bulgaria, se encontraron con un espectáculo poco común, siendo testigos de la boda de la princesa Kalina, de 30 años, y el aventurero español Kitín Muñoz, de 43. El evento se esperaba como un hecho que pueda dar al padre de la novia, el ex rey y actual primer ministro de Bulgaria, Simeón Saxe-Coburg, un impulso a su popularidad tras bajar en las encuestas en los últimos meses, debido a las polémicas reformas económicas aplicadas por su Gobierno, que no han resuelto los problemas del país. Miembros de las familias reales de toda Europa llegaron a las verdes montañas de Borovets, al sur de Sofía, para asistir a la boda. 'No sé si la boda traerá turistas a Bulgaria, pero podría ayudar a Simeón en los sondeos de opinión', opinó un diplomático de la Unión Europea. Fuentes oficiales dijeron que la boda también era una forma de mejorar la imagen del país en el extranjero. 'Seguro que ha traído turistas al país', dijo Tsvetan Markov, de 76 años, que estuvo cuatro horas esperando de pie, y pasando frío, para poder ver vestida de novia a Kalina, conocida en las páginas de sociedad por su excéntrica imagen, y a Kitín, un aventurero español que ha tratado en tres ocasiones, sin éxito, de cruzar un océano en una balsa hecha de cañas y antiguo miembro de un comando de élite del Ejército español.
