_
_
_
_
_
Relato ganador | LA VENTANA DE MILLÁS

Confianza

Para zanjar de una vez sus ataques de celos decidimos intercambiar nuestros móviles durante un día entero. Ella se llevó el mío a la oficina. Yo me quedé con el suyo. Como no tenía nada que esconder, no había nada que temer. A las 10 llamé a mi hermano para contarle la anécdota y me contestó mi cuñada. Ellos habían hecho lo mismo. Fue la primera vez que hablamos con verdadera confianza mi cuñada y yo. A partir de ese día sigo llamando a mi hermano, pero, cuando él contesta, cuelgo. No sé qué hacer.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_