_
_
_
_
AJEDREZ

Fantasía

Estudio de A. Troitzky. Deustche Schachzeitung, 1909.

Los estudios, que equivalen a la poesía en el campo creativo del ajedrez, expresan el elemento estético del juego en su versión más elevada. Un estudio no es más que una posición natural de ajedrez que tiene una solución notable, ya por su dificultad, ya por su originalidad o por la fantasía que se ha puesto en su concepción y ejecución. Este espléndido trabajo de Alexei Troitzky, cuya obra en este campo específico es un hontanar inagotable colmado de maravillas, tiene todos los componentes que hacen una obra de arte: dificultad, fantasía, belleza. La primera jugada se encuentra de inmediato: 1 Ae4. Se evita la coronación del peón de b2 y se amenaza 2 b7, con mate inmediato. La victoria blanca parece un hecho y el estudio un fiasco. Sin embargo, las negras disponen de un recurso notable: 1... Ac2!, que renueva la amenaza de coronar. Este alfil puede tomarse, y de hecho 2 A - c2 es forzada. Ahora, si 1... a2, las blancas tienen a disposición la notable 2 Ab1!, que es ganadora, pues tanto si 2... a - b1=D como si 2... a1=D / 3 b7 da mate. ¿En qué cambia la situación con el alfil blanco en c2? En nada; pero el detalle gravitante es que el alfil negro ha desaparecido. Por consiguiente, las negras juegan 2... a2, amenazando ganar con 3... b1=D, y a la ya conocida 3 Ab1, que parece victoriosa, se responde con 3... a1=A! y la partida es tablas. El alfil blanco no puede jugar porque 4... b1=D j. sería mate, y si se mueve cualquiera de los peones es tablas por ahogado. Una obra de romántica fantasía.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_