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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

'La bomba' vuelve a estallar

Gervasio Deferr, el oro en Sydney, regresa a la élite de la gimnasia tras año y medio lesionado

La Bomba ha vuelto a estallar. Gervasio Deferr ganó el domingo el concurso de suelo del prestigioso torneo de París, una de las pruebas del circuito de la Copa del Mundo. Para un subcampeón mundial y europeo de este aparato no sería más que una confirmación de su clase. Pero la gran novedad ha sido que Deferr, el pequeño -1,66 metros- y potentísimo gimnasta de 58 centímetros de diámetro de muslos -lo mismo que el futbolista del Real Madrid, Roberto Carlos-, 39 de pantorrillas y 23 de tobillos, regresaba a la élite tras un largo año y medio lesionado, y sus medallas quedaban muy lejos. La plata mundial en Tianjin (China) se remontaba a 1999 y la europea de Bremen, a 2000.

Ambas anunciaban su mayor y más cercano éxito en los Juegos de Sydney, también en 2000. Deferr logró el oro más significativo de los tres conseguidos por España en su fallida cita australiana con sólo 11 medallas en total. Isabel Fernández, en yudo, y Joan Llaneras, en ciclismo, lograron triunfos en deportes con historia de podios, pero Deferr se convirtió en el primer campeón olímpico de la gimnasia española. Se esperaba a Jesús Carballo, ya campeón mundial y europeo en barra fija, pero de nuevo las rodillas le dejaron sin una segunda oportunidad tras su caída de Atlanta 96. Y se esperaba el éxito de Deferr en suelo, su mejor aparato, y en el que ya se había acreditado en grandes concursos, pero la maldición pareció seguir con él, al pasarse de fuerza y perder el oro. Sin embargo, su desparpajo y su enorme calidad le permiteron vencer en salto.

Apenas dos meses y medio después, se desquitó ya al ganar el mismo ejercicio de suelo en la final de la Copa del Mundo en Glasgow, donde también fue segundo en salto. Pero los tendones de sus hombros no daban mucho más de sí. Aunque en marzo de 2001 ganó incluso la misma prueba de París en el que acaba ahora de revalidar su título, tuvo que parar y ser operado a finales de año. La recuperación ha sido dura, pero a sus 21 años ha confirmado que puede ganar todas las batallas. De momento, a falta de otra prueba del circuito, sus siguientes asaltos de entidad serán la final de la Copa del Mundo y los Mundiales por aparatos. Quizá no gane todo, después de sólo tres meses de preparación seria, pero sí está de regreso entre los mejores del mundo. Los Mundiales absolutos de 2003 en Los Ángeles serán su gran meta.

Deferr, durante el ejercicio de suelo en los Juegos de Sydney.
Deferr, durante el ejercicio de suelo en los Juegos de Sydney.AP

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