Mas pide un nuevo Estatuto a cambio de que CiU participe en el Gobierno
'En Cataluña no cabemos todos', afirma el candidato de CiU con relación a la inmigración
Un nuevo estatuto a cambio de entrar en el Gobierno central. El candidato de Convergència i Unió (CiU) a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, formuló ayer esta propuesta durante una multitudinaria conferencia para presentar los ejes básicos que constituirán su programa electoral en las próximas autonómicas. Mas reclamó la redacción de un nuevo Estatuto, que incluiría un concierto económico similar al vasco, y que reconozca los derechos históricos de Cataluña anteriores a la Constitución para resolver definitivamente el encaje en España. De obtener esta demanda, CiU asumiría el 'riesgo', anunció, de participar en el Gobierno central.
Aunque el candidato nacionalista se comprometió a detallar su propuesta de nuevo Estatuto dentro de seis meses, adelantó los cinco ejes básicos que éste debería incluir: que la Generalitat sea la administración única en Cataluña; delimitación clara de las competencias de la Generalitat y de la Administración central; participación del Gobierno catalán en las 'instituciones constitucionales del Estado, de la Unión Europea y en otros organismos internacionales como la Unesco'; reconocimiento de los elementos simbólicos, plenas competencias para decidir la organización territorial y un sistema de financiación similar al cupo vasco.
'Centralidad significa hacer de Cataluña la gran plataforma logística del sur de Europa'. 'Convertiremos la familia en la principal destinataria de las políticas de bienestar'. 'Cataluña tiene que impulsar una red de regiones europeas para fomentar la cooperación'
Frente a los intensos rumores de divergencias internas en CiU por la falta de empuje electoral de Mas en las encuestas, la federación quiso arropar ayer en pleno a su candidato. El conseller en cap estuvo acompañado por la totalidad del Gobierno catalán y por la plana mayor de CiU y recibió el espaldarazo del secretario general, Josep Antoni Duran Lleida, que le presentó. Más de 2.000 personas abarrotaron el Palacio de Congresos de Barcelona, entre ellas una amplia y destacada representación del mundo empresarial, económico, cultural, asociativo y mediático catalán.
Artur Mas dividió su conferencia en dos partes. En la primera, defendió el proyecto encarnado por CiU como heredero del catalanismo histórico, aunque sin nombrar ni una sola vez a Jordi Pujol. Pero precisó que este proyecto debe ser capaz de renovarse y apostar por un nuevo marco político para Cataluña. En la segunda parte, Mas desgranó alguna de sus propuestas de carácter sectorial, con claros tintes electoralistas. Entre estas iniciativas, Mas anunció la elaboración de una nueva ley electoral, ya prevista en el actual Estatuto y que CiU se ha resistido a desarrollar durante 23 años, que incluiría la elección de un parlamentario por cada comarca.
Sin menoscabar el nivel de autogobierno del que goza Cataluña, Mas señaló que las contribuciones de CiU a la gobernabilidad y al progreso general de España no han tenido una 'justa' recompensa, y que, lejos de reconocer estas aportaciones, el 'nacionalismo español', que según Mas personifican por igual el PP y el PSOE, 'se ha hartado y se harta de cortarnos las alas '. 'La transformación de España en un Estado autonómico es lo que ahora limita que Cataluña pueda seguir avanzando en su autogobierno', sentenció.
Mas ve tan imparable este proceso de repliegue autonómico y fortalecimiento del 'Estado central' que, afirmó, ni siquiera podría frenarlo la ausencia de mayorías absolutas en Madrid. Ante este estancamiento, el candidato de CiU abogó por que Cataluña 'dé un paso adelante como mínimo de la misma magnitud que el que ha dado en estos últimos 20 años'. Este nuevo camino no es otro, a juicio de Mas, que la redacción de un nuevo Estatuto, y no una simple reforma tal como pidió CiU a principios de este mes en el debate parlamentario de política general. Este nuevo marco legislativo debería basarse en el reconocimiento de los derechos históricos de Cataluña y en la distinción, que la propia Constitución establece, entre nacionalidades y regiones; es decir, la aceptación del carácter plurinacional de España.
Aunque reconociendo a priori las dificultades que entraña la vía de un nuevo Estatuto -'que por inexplorada tiene de entrada más incógnitas que certezas', manifestó-, Artur Mas se mostró convencido de su efectividad siempre que se lleve a cabo desde el 'diálogo, la negociación, el acuerdo y el pacto'. En un esfuerzo por marcar distancias con la situación desencadenada en el País Vasco a raíz de la apuesta soberanista del lehendakari Juan José Ibarretxe, Mas afirmó: 'Nuestro proyecto nace con vocación constructiva y positiva y no nace en términos de enfrentamiento'.
Mas quiso mandar un claro mensaje a los dos grandes partidos de ámbito estatal con el propósito de buscar su complicidad, ya que un nuevo Estatuto requiere inexorablemente del beneplácito del Congreso de Diputados. Si Cataluña puede dotarse de este nuevo marco legislativo, CiU asumiría el 'riesgo' de participar activamente en el Gobierno central, se comprometió Mas.
'Repito que nuestra colaboración en el marco del Estado ha sido intensa y leal; pero es evidente que existen unos niveles de implicación que, acertadamente, no hemos traspasado, a pesar de que nos han sido ofrecidos reiteradamente. Creo que en el futuro tenemos que estar abiertos a negociar estos mayores niveles de implicación en la gobernabilidad del Estado. Pero que nadie se engañe: nuestro objetivo no es otro que un alto grado de libertad y de autogobierno para Cataluña, y sólo en beneficio de este objetivo estamos dispuestos a hablar de lo que haga falta, aunque comporte un riesgo', manifestó el candidato nacionalista. Hasta ahora, según el conseller en cap, todos los ofrecimientos para participar en el Gobierno central han buscado el debilitamiento del proyecto de CiU.
Amenazas a la identidad
A juicio de Mas, un nuevo marco político para Cataluña es fundamental para 'proteger y fortalecer la identidad catalana', amenazada, en su opinión, por los procesos de globalización, inmigración y estancamiento cultural. En este sentido, alertó de los peligros que acechan a Cataluña por la llegada masiva de inmigrantes y reclamó nuevas competencias para la Generalitat a fin de frenar este proceso. Parafraseando a Jordi Pujol y José María Aznar, el candidato nacionalista sentenció: 'En Cataluña no cabemos todos'.
El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat defendió una política inmigratoria basada en los controles, pero también en el desarrollo económico y social de los países de origen. Así, anunció que el Gobierno catalán impulsará una red de regiones europeas para fomentar la cooperación con los países del Tercer Mundo, con especial atención a África.
A la espera de concretar su programa en los próximos meses, Mas enumeró ayer una serie de propuestas de carácter sectorial en las que no faltaron promesas electorales, como por ejemplo la dotación de un suplemento de pensiones para las viudas catalanas.
- Progreso económico. Mas dijo que el objetivo de Cataluña no es competir con Madrid, sino afianzarse como una plataforma logística del sur de Europa. Así, defendió la instalación en la comarca del Vallès de un 'área potente de conocimiento' en materia sanitaria y de educación.
- Bienestar para todos. La familia será la beneficiaria de las políticas sociales del Gobierno catalán. El Departamento de Bienestar Social se llamará también de la familia. Mas anunció la universalización de las ayudas a través de un cheque familiar.
- Apertura al exterior. Incremento de la enseñanza del inglés para convertir Cataluña en un país trilingüe. Fomento de la internacionalización de las empresas.
- Modernización y cambios internos. Sustitución de los actuales 15 departamentos de la Generalitat por seis grandes agencias de carácter transversal, esbozado en el proyecto CAT 21: espacio cultural; sociedad de acogida; apoyo a las familias; sociedad del conocimiento; desarrollo sostenible y sociedad de los emprendedores. Mas también anunció su propuesta de dotar a Cataluña de una nueva ley electoral que incluya la elección de un parlamentario por cada comarca con un tratamiento específico para los distritos de Barcelona.
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