El convoy andaluz

Hace unos días desde estas mismas páginas, en referencia a la Segunda Modernización de Andalucía, alguien se sentía mal y no quería ni hablar de ella. Yo sí quiero, porque tenemos que hablar mucho, es muy importante para el futuro de nuestra Comunidad. Deberíamos hacerlo aportando nuestra visión del proyecto, pero sin enfadarse porque no se le haya ocurrido a uno, lo importante de estos planteamientos de largo recorrido es que al final sus autores seamos todos los andaluces y andaluzas.

En referencia a la primera etapa de la modernización, bastaría un recorrido por nuestros pueblos y ciudades para ver los avances que se han producido en las últimas décadas y no me refiero solamente a sus infraestructuras, sino en materia de educación, atención sanitaria, comunicaciones... Lo mismo podríamos decir de nuestras estructuras productivas, crecemos de forma continuada por encima de la media nacional. Nuestras expresiones culturales y artísticas han cobrado una dimensión hasta ahora desconocida, ya no somos la tierra de la 'charanga y pandereta'. Sin duda quedan todavía carencias por resolver, pero no debemos olvidar que los avances se miden desde el punto de salida y hemos arrancado desde muy atrás. Este indudable avance nos ha permitido tener confianza en nuestras posibilidades y afrontar los retos más difíciles sin complejos. De esos retos trata la Segunda Modernización.

El avance de Andalucía podemos compararlo con la marcha de un convoy, y como es sabido la velocidad la marca el vehículo más lento. En este ejemplo hay que tener en cuenta dos circunstancias, la longitud del convoy y el estado de sus vehículos. Este proyecto debe abarcar la totalidad de la sociedad andaluza y continuar en la transformación igualitaria que hasta ahora se ha venido haciendo, con especial atención a los sectores más desprotegidos, a los territorios más desfavorecidos y a aquellas circunstancias sociales que surgen nuevas como resultado de los avances producidos, por ejemplo, la nueva relación familiar más igualitaria como consecuencia del mayor protagonismo de la mujer en la política, en la sociedad y en el trabajo. El Plan de Apoyo a la Familia actúa en esa dirección, ya que abre los centros escolares durante todo el día a los niños que no pueden ser atendidos en el seno familiar porque trabajan el padre y la madre. Por tanto, hablamos de un convoy muy largo. Modernizar a unos pocos privilegiados dejando atrás al resto, no es una política justa ni progresista, pero sí es la más fácil. Por ahí va la nueva ley de educación del Gobierno de Aznar.

Si queremos ir más rápido hace falta modernizar nuestros vehículos. Carlos Hernández Pezzi decía desde aquí que modernización es algo más que el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, pues eso mismo es lo que se plantea en el proyecto, mucho más ambicioso que la simple identificación de modernidad con avance tecnológico. Modernizar significa la aplicación de tecnología punta en nuestra estructura productiva y también un cambio de mentalidad del empresariado andaluz. Una mayor eficacia en el mecanismo financiero, más abierto a iniciativas de emprendedores y a proyectos innovadores. Y una administración pública dotada de mayor agilidad, más descentralizada, con indicadores de evaluación, menos compartimentada y con una planificación estratégica. La Administración no puede ser la única actuante en este proyecto, pero tampoco debe ser el vehículo que ralentice su marcha. El combustible que necesitamos son las aportaciones que se hagan, cuantas más mejor, la confianza y el impulso que entre todos le demos.

Esto, una vez trazadas sus líneas maestras, necesita de un permanente diálogo y participación social para su aplicación y desarrollo. No es la ocurrencia de unos pocos iluminados que ejercen el despotismo ilustrado, los que lo vean así se equivocan totalmente. Sin duda hay quien no le gusta que exista un proyecto estratégico de este calado. Creo que fue Séneca el que dijo que el marino que no sabe a dónde va, todos los vientos le son desfavorables. Quien no tiene un proyecto para el futuro de Andalucía, todos le parecerán malos .

Estoy convencido de que el reto que tenemos por delante es difícil y complejo, pero capaz de generar ilusión en los que confiamos en la capacidad y el esfuerzo de la sociedad andaluza para alcanzar la convergencia con las sociedades más avanzadas. Y tan importante es alcanzar sus objetivos como hacer el camino, y de eso esta tierra sabe mucho.

Herminio Trigo Aguilar es miembro de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE de Andalucía.