'A veces soy como mi guiñol'
Michael Robinson (Leicester, Reino Unido, 1958), confeso amante de la cerveza y el golf, presta desde hace 13 años su sonrisa y su discurso en un español audaz, pero de acento inequívocamente inglés, a El día después, el programa que analiza la jornada deportiva en Canal +. Desde esta temporada, su álter ego de látex le hace la competencia como presentador de Las noticias del guiñol. Robinson, antes de trasladar su peculiar sentido del humor a la televisión, fue delantero centro de Osasuna y del Liverpool.
Pregunta. ¿Cómo se tomó ser el guiñol presentador de esta temporada, le sorprendió?
Respuesta. Muchísimo. Me llamaron a un despacho y me dijeron: 'Oye, Michael, no sé cómo vas a reaccionar, pero tenemos que decirte algo....'. Yo entonces pensé que me iban a despedir. Cuando me dijeron de qué se trataba fue un shock.
P. ¿Se siente identificado con su muñeco?
R. Me siento tan identificado que este año cuando me pidan una foto firmada voy a dar la del muñeco. Esta semana perdí la voz y apenas pude participar en mi programa, pero mi guiñol trabajó por mí.
P. ¿Cómo ha llegado a ser uno de los comunicadores más populares, ha influido su inconfundible acento británico?
R. No lo sé, pero el idioma, que en principio pensé que sería un perjuicio, se me perdona y me permite hablar con más libertad.
P. ¿De dónde saca esas muletillas y refranes que utiliza?
R. Muchas son traducciones literales de frases hechas en inglés y otras las saco de lo que escucho por la calle, por los bares. Soy muy observador, y si escucho algo que me gusta, lo robo.
P. ¿Se ve presentando un informativo?
R. No, no me veo. Sería demasiado arriesgado para la empresa. Un informativo es una cosa muy seria, no la hace cualquiera. Además, soy demasiado sarcástico y tendría la tentación de contar las cosas a mi manera.
P. ¿Ha notado algún cambio desde que apareció su guiñol?
R. Muchísimos. A los tres días de estrenarse el muñeco, una chica se me acerca en un restaurante y me dice: '¡Anda, el del guiñol!'. Yo pensé: jolín, después de 12 años haciendo televisión me reconocen por el guiñol.
P. Y a usted, ¿en qué le ha cambiado?
R. Bueno, incluso en El día después me siento un poco guiñol, porque meto cosas que, seguramente, no se le permitirían a un presentador español. Yo creo que por eso me han utilizado para el guiñol, por la libertad. Lo cierto es que a veces soy como mi muñeco.
P. ¿Después de 13 años presentando un programa de fútbol se puede ofrecer algo nuevo?
R. Todas las fórmulas se pueden agotar. En nuestro caso hemos cambiado mil veces el diseño, pero manteniendo la misma mirada inicial, la misma filosofía. Hay que modificar cosas para que el producto permanezca fresco.
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