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El jurado declara por unanimidad culpables a los dos asesinos de la joven Beatriz Agredano

El veredicto no descarta la intervención de otras personas no identificadas en el crimen

El jurado declaró ayer, por unanimidad, culpables del asesinato de Beatriz Agredano, de 21 años, a Ángel Antonio Belinchón y a Antonio Sánchez. El jurado anunció su veredicto tras 34 horas de deliberación. Las seis mujeres y tres hombres que integraban el jurado consideran que Belinchón y Sánchez abordaron en 1996 a Agredano, tras apearse ésta de un tren en Vicálvaro, la llevaron en un coche blanco hasta un descampado y allí la mataron de un fuerte golpe en la cabeza con una piedra, después de abusar sexualmente de ella. El fiscal pide para ellos 31 años de cárcel.

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El magistrado presidente del tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia de Madrid redactará ahora una sentencia de acuerdo con los hechos que el jurado ha declarado probados. En el veredicto, los miembros del jurado no descartan que en este crimen hayan podido intervenir otras personas, además de Sánchez y Belinchón, por lo que la investigación seguirá abierta. Esta sospecha se debe a que en las uñas de la joven fallecida fueron hallados restos de sangre cuyo ADN no se corresponde con el de los dos procesados.

Pese a que el crimen se produjo el 27 de noviembre de 1996, Belinchón, de 43 años, y Sánchez, de 37, fueron detenidos por la policía cuatro años después. La ex esposa de Belinchón, Ángela M., se presentó en una comisaría de policía e inculpó a su marido en el asesinato de Agredano. También lo vinculó con el crimen de Susana Ruiz, una chica de Vicálvaro cuyo cadáver fue hallado también en un descampado en 1993. Seis años después del asesinato, el jurado estima que los procesados son culpables de los delitos de asesinato y detención ilegal y de otros dos delitos de agresión sexual cada uno (mientras uno abusaba de ella el otro cooperaba sujetándola). Estos delitos están agravados, según el jurado, por el hecho de que se cometieron en un lugar despoblado y con abuso de autoridad; y atenuados porque, según el jurado, los procesados actuaron bajo los efectos del alcohol. En el veredicto se desestima que los procesados sean culpables de un delito de robo con intimidación. El fiscal sostuvo en el juicio que, tras la agresión sexual, los acusados robaron el bolso y varios artículos personales de la víctima.

El crimen ocurrió así, según el veredicto: Agredano, que era intérprete de inglés, llegó en tren la noche del 27 de noviembre de 1996 hasta la estación de Renfe de Vicálvaro. Allí 'fue abordada y llevada contra su voluntad hasta un lugar apartado conocido como cerro Almodóvar'. Para su traslado, los inculpados utilizaron un vehículo estacionado en un camino cercano al andén. Ya en el lugar del crimen, la joven 'fue desnudada y objeto de tocamientos'. Luego la ' tumbaron boca abajo, con la cara apoyada hacia la derecha, y después le 'arrojaron una piedra de gran tamaño sobre la cabeza, causándole la muerte'. Belinchón y Sánchez despojaron a la joven de su bolso, sus ropas y otros objetos, con el fin de que no fuera identificada y para dificultar la investigación policial.

El jurado considera como principales pruebas inculpatorias las declaraciones de los dos acusados, en las que se autoinculparon del crimen en comisaría, aunque luego se han retractado en el juicio, y la de la ex esposa de Belinchón. Durante una trifulca conyugal, Belinchón le dijo, según ha declarado Ángeles, que era capaz de matarla 'como a la joven de Santa Eugenia [Agredano] y Vicálvaro (Susana Ruiz]'.

La entereza de los padres de Agredano, que han asistido a las sesiones del juicio, se tambaleó ayer en los pasillos de la Audiencia, tras la lectura del veredicto. 'Ellos saldrán de la cárcel, pero mi hija no volverá', dijo la madre. Al padre, el veredicto le pareció 'justo'.

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