Del 'botellón'
No he podido resistirme a escribir estas líneas al leer la información que el periódico del 7 de octubre nos facilita sobre el cumplimiento de la ley llamada del botellón y especialmente cuando he leído la cifra de denuncias puestas por la policía desde la entrada en vigor de dicha ley. Creo que queda claro que no hay ni la más mínima opción de que dicha ley sea cumplida; pero, por favor, ¿no sería mejor que guardasen silencio? Porque, vamos a ver: 699 denuncias por beber alcohol en la calle en dos meses.
Si como tantas veces se ha dicho los fines de semana acuden unos 300.000 jóvenes a las calles y plazas a beber el botellón, multipliquemos 300.000 por ocho fines de semana de estos dos meses y tendremos que se ha reprimido por perturbar el orden y el descanso en muchas zonas de Madrid a un 0,029% de los transgresores de la ley. No me extraña que la juventud se queje de que no puede salir a la calle por sufrir persecución policial y que los vecinos de los barrios afectados se presenten ante las puertas del Ayuntamiento para ofrecer ramos de rosas al alcalde.
Vivo en una bonita plaza. Antes de la citada ley, los viernes, sábados y domingos por la noche quedaba cubierta de botellas y desperdicios; ahora no se puede pasar por ella sin que previamente haya sido limpiada.
La ley, sin duda, ha sido un sedante para autoridades y vecinos. Las unas ya pueden descansar tranquilas, porque la ley ha de ser respetada por los antes infractores, y los damnificados tienen ahora que dar tiempo a los que tienen que cumplirla para que se enteren de que existe; así, entre comentarios y propuestas de receta, llegaremos al mes de mayo y seguramente que a usted, señor responsable de la Unidad Integral, las urnas le concederán unas vacaciones, que bien merecidas se las tiene.
