El cantante Jaume Sisa continúa buscando la magia de lo desconocido
Actuará el lunes en Madrid con el espectáculo 'Bola voladora'
El cantautor Jaume Sisa (Barcelona, 1948) ofrecerá un recital el próximo lunes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en el que, junto a la Verbena Galáctica, revisará su repertorio. 'Las canciones son las mismas en esencia, pero con un traje nuevo, con arreglos y armonizaciones actualizadas'. Bola voladora es, según el autor, 'la proyección de un espacio mental en el que la ironía y la poesía se ponen al servicio de la imaginación y la inocencia'.
Bola voladora es el título del último trabajo de Jaume Sisa, una revisión de los clásicos de su repertorio Qualsevol nit pot sortir el sol, El setè cel, L'home dibuixat o La primera comunió; en el que también aporta versiones como Limbo rock y Cançó del lladre; se recrea en su gusto por la verbena en Marcianitos y Te esperaré en domingo; se atreve con la electrónica en una adaptación de Boletaires, y añade un nuevo tema, Parc hotel.
Tanto el disco como el espectáculo que Sisa y el grupo La Verbena Galáctica ofrecen tienen vocación de fiesta. Jaume Sisa, que durante casi veinte años ha estado retirado de los escenarios, asegura que 'siempre he hecho lo mismo, me sitúo dentro de la estética galáctica de la cual soy inventor y fundador, y todo lo que hago se puede interpretar dentro de estos parámetros que son el eclecticismo, la visión panorámica, la distancia irónica y la búsqueda de una singularidad en el estilo'.
El artista catalán dice que su trabajo consiste en tirar de un hilo para intentar encontrar lo que busca. 'Lo único que hago al hacer canciones y cantarlas es tirar de un hilo que me conecta con un inconsciente enorme, desconocido, mágico, terrible y maravilloso a la vez. Voy tirando de ese hilo y van apareciendo las canciones. Es lo que he hecho y sigo haciendo'. Se confiesa ajeno a las modas y al mercantilismo musicales. 'No me importan las modas, los vaivenes de la música ni los diferentes estilos que la contingencia propicia. Soy muy limitado, sólo sé hacer lo mío y no puedo hacer otra cosa. Nunca me ha interesado la canción protesta, urbana, de actualidad: ese tipo de géneros que retratan o explican aparentemente lo que ocurre en el mundo. Siempre me ha interesado más lo que ocurre por debajo, al otro lado o en otros ámbitos de la imaginación o del inconsciente. Lo que está más allá o más acá de lo real. Sé que eso no puede interesar nunca a los grandes públicos, pero no creo que eso ahora me preocupe'.
Reconoce que no resulta fácil sobrevivir artísticamente manteniendo un estilo como el suyo. 'Sobrevivir en la individualidad resulta difícil, pero en lo difícil está lo bueno, puesto que en la vida todo tiene un precio; el precio a pagar es esa dificultad, pero la satisfacción es hacer lo que te gusta. Y compensa. Si se mira con perspectiva, compensa. Cuando era joven quería triunfar, pero a mi edad no me resulta ya lo más excitante'.
La noche de Bola voladora, según el autor, se inaugura con 'una primera parte de baile y fiesta para después, cuando llega la madrugada y todo el mundo está cansado, alcanzar ese regusto melancólico de lo que se ha vivido intensamente'.
Babelia
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