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Reportaje:FÚTBOL

El dilema de Solari

El jugador del Madrid vive días confusos mientras el Inter le da por fichado

Diego Torres

El Madrid de Florentino Pérez es una multinacional del espectáculo y sus trabajadores, todos millonarios, deben dedicarse a su misión procurando actuar irreflexivamente. Sobre todo, cuando no se trate de Zidanes, Ronaldos y Figos, las superestrellas. El día que el Madrid fichó a Ronaldo, desbloqueó la negociación ofreciendo al Inter, a cambio del brasileño, a dos de los jugadores de la clase media de la plantilla: Solari o McManaman.

Como la transacción fue poco ortodoxa -hasta Ronaldo pagó cinco millones de euros para fichar por el Madrid- nadie tuvo en cuenta qué pensaban los jugadores implicados. Para darles un margen, se decidió que en diciembre se resolvería el intercambio o se pagarían diez millones de euros al club italiano. Hoy la situación es un misterio: el Inter dice que ha fichado a Solari y que cuenta con él. El Madrid dice que no ha vendido a Solari pero tampoco dice que lo quiera retener pagando el dinero. Y el jugador, que ha preguntado al club por su situación sin obtener respuesta clara, no dice nada, salvo prometer que luchará por un puesto entre los titulares. En suma, que se entrenará 'a muerte' ¿Qué más puede hacer?

Héctor Cúper, el técnico del Inter, dice en Italia que cuenta con Solari -nadie en el club milanés mencionó el interés por McManaman-. De hecho, el Inter ha llamado a Solari para negociar su nuevo contrato, como si todo estuviera cerrado. La respuesta del jugador ha desconcertado a los italianos. Les ha dicho que no sabe nada de su traspaso al Inter, que a él el Madrid no le ha confirmado nada. Los italianos pensaron que todo estaba atado. Ahora, como alternativa, estudian la contratación de Kily González, otro interior zurdo, del Valencia.

Jorge Valdano, director general del Madrid, se aferra a sus cartas, en el Bernabéu: 'La tarde del fichaje de Ronaldo, el Real Madrid firmó un compromiso con el Inter que debe resolverse en diciembre con la apertura del mercado de fichajes: que el Madrid se compromete a dar diez millones de euros o a traspasar a Solari o McManaman. Que se pague o que se de un jugador depende del Madrid, del Inter y del jugador. El Madrid considera que diez millones son una cifra importante, pero que los jugadores también son importantes. En diciembre actuaremos en función de la situación'.

Cabe preguntarse por qué el Madrid no paga ahora si de verdad aprecia a Solari. El argentino es un jugador considerado 'ejemplar' por Del Bosque, que no olvida que, cuando Figo se lesionó, cumplió un papel importante para conseguir la octava Copa de Europa.

El club somete a Solari a un examen arduo. Primero, le impone la incertidumbre. Segundo, le obliga a probar su valía -partiendo del banquillo- en los próximos dos meses o despedirse con un billete a Milán. Tercero, le exige demostrar su apego a la entidad con estoicismo: si el Inter lo llama ofreciéndole un contrato no debe reaccionar porque todavía no ha llegado diciembre, y si el Madrid, que no le revelará nada hasta último momento, decide por fin venderlo, tampoco. Otro movimiento sería interpretado como un intento por distanciarse del club que representa. A pesar de que Solari nunca se hubiera planteado irse del Madrid.

Aseguró Hierro, el día que el Madrid pretendió vender a Morientes al Barça, que 'los jugadores no son mercancía'. El capitán, en su tono de idealista chapado a la antigua, se equivocó. En la operación por fichar a Ronaldo, el club demostró, que, a lo sumo -como dicen los gurúes de la gestión de marcas- los futbolistas son 'espacios emocionales, inversiones, fenómenos de ocio destinados a generar retorno'.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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