RECESIÓN ECONÓMICA
Hay que decir que los famosos, famosos, los que tienen más glamour no sufren en sus carnes la pesadez de la recesión económica que está tan en boga; eso sólo lo sufren algunos famosos de boquilla y los aburridos mortales que no asisten a la fiesta organizada por Antonio Banderas y Melanie en su casa de Hollywood, una fiesta en la que había que pagar un pastón: la mesa más cara costaba cien mil dólares, y la más barata, 10.500 dólares. Y es que el jolgorio era humanitario: recaudación de fondos para la Fundación Sabera, que ayuda a niñas de la India. En fin, que de aquí fueron, entre otros, Mar Flores y su marido, Javier Merino, que desembolsaron 15.000 euros (no está incluido el billete de avión); Pepe Barroso y mujer, que se codearon con Sylvester Stallone, Cindy Crawford... Tampoco asistieron los que sufren la crisis a la boda del empresario Fernández Tapias, que por fin ha logrado casarse con Nuria Gónzalez. Los novios, todo un detalle, fletaron de su bolsillo dos aviones para conducir a los invitados hasta Jerez, donde se casaron en una finca. Y tampoco sufren la recesión los que vuelven a casa de vacaciones en jet privado. Es la vuelta de Julio Iglesias y Miranda a Punta Cana, que destaca ¡Hola! Hay que decir que Julio Iglesias es el único que no aparece por ningún lado. Más humano es lo de Jesulín, que ha dejado de torear por incapacidad permanente y cobrará una pensión de 1.100 euros al mes de por vida. Lo cuenta Diez Minutos. Y, se lo crean o no, vuelve a estar en portada, en esta ocasión de Semana, Ana Rosa Quintana. Ay, y Norma Duval ha roto con Frade. Dice que no va a comentar nada más. Se le agradece.
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