Cómodo y poco austero
La imagen y el interior del Kalos no desentonan con las versiones básicas de los utilitarios europeos. Su línea monovolumen aumenta la sensación de amplitud y los detalles de diseño le dan un aire moderno. En cambio, la posición de conducción no se adapta bien a todas las estaturas: es fácil tocar con la pierna derecha en la consola central y los asientos son poco envolventes y no sujetan en las curvas. Pero, por lo demás, la calidad de conjunto es satisfactoria y supone un gran salto adelante en Daewoo.
Motor elástico y consumo mejorable
El Kalos se vende sólo con un motor 1.4 (83 CV), que ofrece un funcionamiento elástico y unas prestaciones muy dignas para un uso normal (170 km/h). Como responde bien desde bajo régimen resulta agradable en ciudad y también llanea con soltura en carretera una vez lanzado. Sin embargo lleva un cambio de accionamiento impreciso y con las marchas muy largas que reduce el brío al acelerar e impide aprovechar a fondo el motor: hasta en cuarta cuesta pasar de 5.500 vueltas. En consecuencia pierde velocidad en las subidas y exige reducir a menudo, sobre todo al adelantar: es perezoso y obliga a calcular las distancias.
Los desarrollos largos del cambio intentan también camuflar unos consumos casi 1,5 litros más altos que los de sus rivales europeos. El Kalos gasta unos 7 litros a ritmos suaves, 9 en ciudad y cerca de 10 en conducción rápida, unas cifras aceptables, pero poco austeras para su peso y cilindrada. Y aunque es silencioso por debajo de 4.500 vueltas, después hace bastante ruido cuando se superan las 5.000 revoluciones.
Estabilidad correcta y ABS de serie
El nuevo Daewoo tiene un comportamiento dinámico equilibrado y seguro. Es un utilitario, pero permite viajar con desahogo y comodidad porque absorbe bien los baches. La carrocería monovolumen es más alta de lo normal, pero no balancea demasiado en las curvas. Y ofrece una estabilidad y una dirección correctas en todos los trazados que incluso logran equilibrar el escaso agarre de los neumáticos Kumho de serie.
El Kalos es un coche sólido, aunque todavía no transmite la sensación de calidad y consistencia de los mejores utilitarios europeos o japoneses. Pero ya no acusa los chirridos parásitos de otros Daewoo en el tren delantero y tiene unos frenos que responden bien e incluyen ABS de serie en el acabado SR, un detalle clave poco habitual en las marcas coreanas.
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