La policía interroga a un menor y detiene al sexto hincha del Sevilla tras el 'derby'

La Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Sevilla anunció ayer a través de un comunicado la detención un hombre de 20 años y la identificación de un menor, de unos 13 años de edad, al que se le tomó declaración en su domicilio y en presencia de sus padres, en relación con la agresión que sufrió el vigilante de seguridad Antonio Orrego antes del inicio del derby Sevilla-Betis del pasado domingo. Con estas actuaciones son ya seis las personas que han pasado a disposición judicial por su implicación en el suceso aunque, de momento tan sólo Diego Rivas, de 20 años, y un menor están en privación de libertad por orden judicial. Fuentes policiales aseguran que se han identificado a más agresores, a los que se busca en barriadas de la capital como Madre de Dios, La Candelaria o Los Pajaritos.

El fiscal jefe de Sevilla, Alfredo Flores, se refirió ayer a los protagonistas de estos hechos como 'energúmenos' y aunque justificó las dos privaciones de libertad ordenadas por el juez se mostró mucho más prudente con la presunta agresión al guardameta bético. 'A mí me cuesta encontrar una calificación de este hecho en el Código Penal', aseguró, 'y además me parece bastante exagerado hablar de resistencia a la autoridad a tenor de lo registrado por las cámaras de televisión'. El agresor de Prats, Francisco Chincoa, de 29 años, y electricista en paro, quedó en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez el pasado martes.

El club espera sólo la multa

En relación a la sanción federativa que estos incidentes pueden acarrear al Sevilla, el asesor jurídico del club, Manuel Soto, explicó ayer que en la entidad se confía en que esta sanción quede reducida a una multa y no implique el cierre del Sánchez Pizjuán. 'Queremos que se nos trate con justicia; si es así, espero que la sanción de Competición se quede en una multa. Creemos que con las alegaciones y pruebas que presentaremos se dictaminará conforme a Derecho. Son hechos que no son ni graves ni muy graves, aunque salte al campo un espectador o se tire una bengala', explicó el abogado.

Soto mostró su confianza en que no se hará efectiva una sanción de cierre después de que el comité revise las pruebas que les mandará el Sevilla, entre las que piensan incluir todos los precedentes que les favorezcan, como las resoluciones que adoptó el comité tras los incidentes en el Villarreal-Zaragoza, el Barcelona-Madrid y muchos otros partidos de la pasada temporada.

En este sentido, la federación solicitó ayer al Comité Antiviolencia que centre su cometido en aquellos incidentes que se registraron fuera del estadio sevillista -la Policía tuvo que cargar contra un nutrido grupo de seguidores sevillistas cuando se dirigían hacia el estadio- y que deje en manos de Competición el pronunciarse sobre lo ocurrido dentro del estadio, asuntos que, según la federación, son de su competencia exclusiva.