El fiscal pide 7 meses para cuatro de los participantes en una concentración juvenil

La Fiscalía ha pedido siete meses de cárcel por atentado contra la autoridad para cuatro jóvenes que fueron apaleados por la Policía Local de Granada durante la disolución de una fiesta callejera en el Albaicín a la que acudieron unas 4.000 personas. Seis jóvenes, por su lado, han denunciado a los agentes. Una de las denuncias policiales reconoce que en la carga participaron alumnos en prácticas de la Academia de Policía.

Aunque la denuncia reconoce que sólo uno de los cuatro acusados lanzó contra los agentes un bote de refresco la acusación del fiscal imputa el supuesto atentado contra la autoridad a Sergio Martínez Hornos, Andrés Quesada Díaz, Francisco Hernández Suárez y Manuel Collado Suárez. Todos ellos, salvo el primero, presentaron en su momento denuncias individuales contra los agentes que participaron en la carga para disolver a los participantes que, el pasado 15 de marzo, pretendían celebrar la llegada de la primavera en el Paseo de los Tristes y otras calles aledañas del barrio del Albaicín. Además el juzgado tramita otras tres demandas más por supuestas agresiones de los agentes.

Una quinta denuncia presentada por la Policía Local contra otra joven detenida, Isabel Pérez Bernárdez, demuestra que en la dura actuación policial participaron agentes en prácticas. Según Andrés Quesada Granados, padre de uno de los estudiantes lesionados, el testimonio que consta en la denuncia va firmada por 'el alumno 26'.

A juicio de Andrés Quesada, la participación de novatos en la disolución de la fiesta explica la negativa de ciertos agentes a mostrar su placa de identificación durante los incidentes. Quesada asegura que dispone de diferentes testimonios sobre el particular. También explicó que en los últimos meses ha recibido llamadas de mandos de la Policía Local para que convenciera a su hijo y a otros compañeros y retiraran las demandas.

La denominada Fiesta de la Primavera fue una concentración que estuvo auspiciada por el Ayuntamiento de Granada hasta hace dos temporadas. Sin embargo, los jóvenes han mantenido la costumbre de reunirse en el Albaicín pese al empeño de la autoridad para trasladar la celebración a un lugar cerrado y no molestar a los vecinos que se habían quejado reiteradamente.

A pesar de que la Policía Local conocía los detalles de la reunión, anunciada mediante pasquines en calles y en lugares de concurrencia juvenil, los agentes aparecieron con ánimo de disolver la concentración cuando varios miles de personas habían llegado al lugar de la convocatoria o iban de camino. Las denuncias contra la Policía sostienen que los participantes fueron aporreados, arrastrados por los pelos o incluso trasladados a un edificio municipal (el palacio de los Córdovas) donde recibieron más golpes. El entonces jefe de la policía municipal, Manuel Donaire, fue destituido poco después.