Seis semanas de descensos

Los mercados de valores suman ya su sexta semana consecutiva de pérdidas debido al creciente deterioro de la situación económica y a la posibilidad de que Estados Unidos inice una guerra contra Irak. El Ibex 35 pierde esta semana el 2,33% y acumula una caída del 16,55% en estas seis semanas.

El ambiente marcadamente bélico de la Administración estadounidense hace que los inversores vean aun más negativa la coyuntura económica y los mercados de valores han registrado en esta semana la sexta caída consecutiva, acumulando el Ibex 35 un descenso del 16,55% en ese periodo, casi la mistad de todo lo que pierde en el ejercicio.

En esta semana el Ibex 35 ha bajado el 2,33% y cierra justo por debajo del nivel de los 5.500 puntos, una referencia que hace sólo un par de semanas parecía demasiado lejana. El índice general de la Bolsa de Madrid ha perdido en estos cinco últimos días el 2,17%. Las pérdidas anuales siguen acumulándose y el Ibex 35 cede el 34,51%, mientras que Madrid baja el 29,39%.

Si el ambiente bélico que se vive en torno al conflicto con Irak es la principal causa de la ausencia de dinero de los mercados, tampoco la coyuntura económica es la más adecuada para que los inversores piensen en tomar posiciones.

En estos días se han prodigado los pronósticos sobre la evolución económica para el conjunto del año en la UE, y algunos apuntan hacia cifras menores del 1% y señalan la creciente incertidumbre sobre los logros deEstados Unidos.

En esta semana se conocieron dos importantes indicadores de actividad en Estados Unidos y ambos apuntaban hacia una discreta mejoría. La actividad manufacturera descendió en septiembre y el índice queda por debajo del nivel que indica recesión, pero el índice de pedidos, por encima de ese mismo nivel, avanza una ligera mejoría para octubre. La actividad del sector servicios, por el contrario, mejoró en septiembre, pero para los inversores todos esos datos tan sólo indican que la economía no va a recibir ayudas de la Reserva Federal y que tendrá que hacer frente a la situación con sus propios medios, que parecen escasos. A fin de cuentas, los datos positivos, como el último índice de desempleo, no animarán a los responsables de la política monetaria a echar una mano a la economía.

La delicada situación en Latinoamérica es, para las empresas españolas, un lastre demasiado pesado que impide que el dinero aproveche unos precios comparativamente bajos. La cotización de las grandes empresas continúa lastrada por la previsible caída de sus resultados y por el capítulo de las provisiones de fondos para cubrir el 'riesgo país' que, en los últimos días, volvió a crecer para Brasil.

La celebración de las elecciones en Brasil restará, al menos, algo de tensión a la bolsa española.