Canales interpreta a un 'borracho encabronado' en su violenta versión del mito del Minotauro
La nueva coreografía del bailarín inicia su gira en Girona, en el festival Temporada Alta
Un borracho encabronado que intenta domar al animal salvaje que lleva dentro. Así definió el bailaor flamenco y coreógrafo Antonio Canales al torturado y violento personaje que interpreta en el trepidante espectáculo Minotauro, inspirado muy libremente en el mito griego del monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. El alcoholismo, las drogas, la homosexualidad, la violencia y el suicidio son algunos de los ingredientes de una coreografía embriagadora que el bailaor asegura interpretar 'sereno como una cuba'.
El Minotauro de Canales, que se representa hoy en el Teatre de Sant Domènec de Girona, en el marco del festival Temporada Alta, emprende una lucha titánica contra el mal que le corroe las entrañas. 'A veces queremos tanto a alguien que nos lo comeríamos; mi personaje los devora a todos'. Este ser monstruoso y violento, sin valor para el suicidio, tiene también algo de Teseo buscando el hilo de Ariadna en su particular laberinto de amargura. 'Al final, sólo el conocimiento, que también entraña dolor, le lleva a ser mejor y a domar a la bestia', afirma.
Canales promete que su espectáculo, que definió como el mejor de su carrera, no dejará a nadie indiferente y marcará época. Asegura que su coreografía no se parece 'ni en lo que cuenta ni en lo que se ve' a nada que se haya hecho hasta ahora en el mundo del flamenco. El bailaor ha rehuido el tempo lento de las coreografías de la danza y ha buscado la rapidez del montaje cinematográfico. Dos significativas referencias cinematográficas citadas por Canales: Querelle, de Rainer Werner Fassbinder, y La naranja mecánica, de Stanley Kubrick. 'En esta obra no hay lugar para la improvisación, todo está perfectamente calibrado', explicó el coreógrafo.
'Sufro mucho'
El intérprete advirtió de que permanece en escena durante toda la representación y se entrega al máximo en su papel de borracho. 'Sufro mucho. No he aprendido a fingir. Cuando acabo me duele hasta el hígado'.
La ecléctica banda sonora del espectáculo -en la que aparece incluso algún ritmo africano- ha sido grabada en Múnich y tiene, según Canales, 'un toque alemán muy vanguardista'.
'A los 40 años, hago lo que me sale del alma', confesó Canales, quien no tuvo reparos en criticar la escasa renovación en el mundo del flamenco, en el que no ha visto nada que le conmueva. Para buscar sus modelos y referencias, el bailaor asegura verse obligado a mirar hacia el mundo de la danza contemporánea. Citó a la compañía Mal Pelo y a Cesc Gelabert.
El espectáculo Minotauro dura únicamente unos 42 minutos y tiene su contrapunto clásico en una segunda parte independiente -también de unos 40 minutos- en la que el público hallará coreografías y bailes de flamenco más tradicional.
Después de su estreno en la Bienal de Flamenco de Sevilla, donde fue criticada por los puristas, Minotauro inicia hoy en Girona una gira que acabará en diciembre en el teatro Novedades de Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.