Un socialista evangélico

Es el más joven de los candidatos. Tiene 42 años y fue gobernador del Estado de Río de Janeiro. Se convirtió a la fe tras un grave accidente de coche del que salió ileso. Pastor evangélico, casi sin estudios, domina la escena. Antes de entrar en política era locutor de radio. Domina el arte de las cámaras y de los micrófonos, algo que le ha servido de mucho en los debates. Sus orígenes son muy pobres. Lo tachan de populista, pero él dice que sólo es popular. Militó en el Partido de los Trabajadores de Lula, pero hoy encabeza el Partido Socialista Brasileño. Su fuerza es la del 18% de evangélicos del país, que han apoyado su campaña. Aspira a estar en una segunda vuelta.