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Reportaje:

Un fin trágico a un jornada de debate

La muerte del cineasta André Delvaux durante el Encuentro Mundial de las Artes marca una trágica sesión

El fallecimiento del realizador de cine belga André Delvaux, de 75 años, en el transcurso de la sesión vespertina de ayer del área del cine, marcó con un acento trágico el desarrollo del Encuentro Mundial de las Artes, organizado por la Generalitat. Un ataque al corazón se llevó la vida de este cineasta después de haber intervenido en el debate El problema de los públicos como campo de batalla.

Por la mañana, el encuentro había desarrollado su programa previsto. Se abordaron temas como la búsqueda de la emoción en la música, el excesivo experimentalismo en la arquitectura, la función política de la expresión estética, el combate de la alienación a través del teatro, la danza como expresión común a todas las culturas, el mestizaje o la multiculturalidad como antídoto al dictado de la industria del cine.

Se abordaron temas como el excesivo experimentalismo de la arquitectura

Fue el polémico director del Festival de Rhur y de la Ópera de la Bastilla, Gerad Mortier, quien apeló a la importancia de la emoción para interpretar a los clásicos. Una emoción que hay que buscar en la memoria, en los nuevos espacios, como las naves industriales de la ribera del Rhur. 'Estamos en el siglo XXI, pero tenemos mentalidad del siglo XX y trabajamos en estructuras del siglo XIX', añadió. También se refirió a la emoción el director del Teatro de la Ópera de Manaos (Brasil), Luiz Fernando Malherio, quien explicó la función educativo (con 15.000 alumnos de diversas discipinas) del auditorio amazónico cuya construcción inspiró el filme Fitzcarraldo, y que intenta dar a conocer emociones culturales distintas y ajenas a la alienante televisión.

Los participantes en la sesión de arquitectura y diseño alertaron sobre 'los peligros de la excesiva experimentación', que puede no ser entendida por el público, y reivindicaron el 'compromiso cívico' de esta disciplina por la sostenibilidad'. El francés Daniel Buren señaló que el feísmo y la conmoción emocional buscados por el creador con el ánimo de provocar se ha trasladado a la arquitectura y ha dificultado el compromiso cívico de ésta. Gianni Pattena defendió la evolución hacia una arquitectura medioambiental.

En la sección coordinada por José Antonio Hormigón se sostuvo que el teatro actual 'debería reproducir la civilidad y la incidencia sobre la civil' y ser un instrumento de combate contra la alienación social, el consumismo y el pensamiento único. La directora coreana Seungmi Kim señaló que en su país el teatro sí tiene un 'carácter subversivo'.

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Los coreógrafos y estudiosos de la danza destacaron la comprensión universal de la danza, que se entiende en cualquier idioma porque es un 'arte de piel', según recoge Europa Press.

La vocación pública, la independencia del creador y el valor social centraron la sesión matinal del área de artes plásticas, coordinada por Tomás Llorens.

La mañana también contó con un acto reivindicativo, protagonizado por miembros de la asociación Ciutadans per una Cultura Democrática, que portaban camisetas con el lema Ex-Amics del IVAM. Al principio, la organización les impidó entrar al Palacio de Congresos. Luego se les permitió acceder y seguir el debate por los monitores, pero no pudieron entrar y participar en la sala de artes plásticas. Llorens les explicó que la nómina de participantes estaba cerrada.

Pero el debate de ayer perdió su importancia ante la trágica muerte del cineasta.

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