Maragall acusa a ERC de ayudar a CiU a encubrir su pacto con el PP

Las votaciones del pasado jueves en el Parlament sobre la reforma del Estatut provocaron ayer interpretaciones controvertidas. El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, destacó que el acuerdo tomado 'es el de no plantear ninguna reforma en esta legislatura', lo que juzgó 'sensato y razonable'. El líder socialista, Pasqual Maragall, reprochó a ERC haber ayudado a CiU a cumplir su compromiso de no emprender la reforma en esta legislatura y, al mismo tiempo, darle un balón de oxígeno.

El Gobierno manifestó ayer a través de Rajoy su oposición a emprender la reforma del Estatut. El vicepresidente manifestó, tras la reunión del Consejo de Ministros, que a su juicio la reforma 'no es una necesidad sentida por una gran mayoría de ciudadanos' ni se ha planteado, dijo, 'con gran convicción ni gran firmeza'.

Rajoy señaló la confusión existente entre los partidos catalanes sobre esta cuestión, puesta de manifiesto por el hecho de que se votaran tres propuestas sobre este asunto, con resultados distintos. 'Unos que antes decían que sí ahora han dicho que no, y otros que antes decían que no ahora dicen que sí', dijo. En parecidos términos se pronunció el ministro de Ciencia, Josep Piqué, futuro presidente del PP catalán, informa Lali Cambra. Como Rajoy, Piqué opinó que no hay demanda social para la reforma, que se trata de un acuerdo 'de cara a la galería' y que, en cualquier caso, habría que ver qué contenido se quiere dar a la reforma estatutaria.

A los socialistas no les gustó que los diputados de ERC se prestaran a satisfacer la imperiosa necesidad que CiU tiene de contentar a los sectores de su electorado molestos por las alianzas con el PP. Maragall mostró su decepción por que ERC apoyara tanto la propuesta de reforma estatutaria para esta legislatura presentada por el PSC como la remitida a la próxima presentada por CiU.

Los republicanos replicaron a Maragall. Joan Ridao, portavoz de ERC, acusó al PSC de 'actuar con un seguidismo canino del PP' y de hacerse 'corresponsable del afán de Aznar de mantener un conflicto permanente en Euskadi'. Sólo hay que recordar, agregó, que Maragall, como Aznar, calificó de 'delirante' la propuesta del lehendakari Ibarretxe.

El portavoz parlamentario de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Boada, calificó el acuerdo CiU-ERC en esta votación de una 'operación de escaparate' y afirmó que CiU da muestras de 'cinismo' y 'esquizofrenia política' al mantenerse en el Gobierno con los votos del PP al tiempo que acusa a este partido de llevar a cabo una 'involución autonómica'.

Además, el presidente de ICV, Joan Saura, reclamó un esfuerzo para situar el debate político catalán 'en los problemas reales'. Aunque los diputados de ICV también votaron la propuesta de iniciar la reforma estatutaria en este legislatura, Saura sostuvo que 'este no es el principal problema de Cataluña' en estos momentos.

Pere Esteve fue crítico con el acuerdo sobre la futura reforma del Estatut. 'Todas las peticiones son creíbles. El futuro lo dirá, pero he de recordar que una propuesta muy similar fue aprobada también por el Parlament en 1982', señaló.