La pelota se organiza

La pelota a mano ha sido, es y seguirá siendo sencilla. Sólo se necesitan dos paredes, una bola de cuero y las manos de los deportistas. Otro asunto es el mundo que rodea a la pelota. Es complicado y tendente a la polémica. La historia está plagada de problemas y desacuerdos entre los pelotaris y sus empresas (hace semanas se llegó a hablar de una posible huelga); entre las propias empresas; entre las empresas y las federaciones; entre la federación vasca y la española; entre las empresas y las televisiones... No es que la Liga de Empresas de Pelota a Mano, nacida ayer en el frontón Ogueta de Vitoria ante la presencia de casi mil personas, vaya a solucionar las discusiones históricas de este deporte, pero sí lo profesionalizará, lo cual supone una buena noticia.

¿Qué es esa Liga? No se trata de ninguna competición nueva a añadir a los cientos de torneos, campeonatos y veladas que se programan de enero a diciembre, sin descanso. La recién nacida es equiparable a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), o a la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), o a la Asobal de balonmano. Es decir, una agrupación formada por las empresas, aunque de momento sólo las dos más importantes (Asegarce y Aspe), y cuya función será organizar las competiciones más importantes del calendario: el Manomanista, el Cuatro y Medio, y el Campeonato de Parejas, además de los seis torneos veraniegos más destacados (San Fermín, La Blanca, Zarautz, Lekeitio, Semana Grande de Donostia y San Mateo).

La Liga tendrá su propio reglamento, un cuadro estable con un mínimo de diez pelotaris y una plantilla de jueces, además de un Comité de Competición. En suma, una estructura profesional, que reducirá al mínimo la participación de las federaciones. El espectáculo, en principio, saldrá beneficiado. Podrá presenciarse más partidos entre los pelotaris de primera fila, se mezclará indistintamente a los que pertenecen a una empresa y a otra, y, además, hay que tener en cuenta un elemento fundamental: la nueva Liga nace con el respaldo de las televisiones, tanto de ETB como de Tele 5.

El alumbramiento de la Liga de Empresas se produjo anoche en Vitoria, en un lugar apropiado, el frontón que da nombre al último gran pelotari fallecido, José María Palacios, Ogueta. Pero más que un frontón parecía un escenario o una pasarela. Conducida por la presentadora de televisión Anne Igartiburu y amenizada por un grupo de teatro, la gala contó con la presencia de numerosos personajes de la política, la sociedad, la economía vasca y el deporte.

La Liga tendrá su cabeza visible en Julián Arruabarrena, un agente comercial guipuzcoano aficionado a la pelota, pero que nunca había tenido un puesto directivo en ninguna empresa del sector. La sede central se ha situado en Zarautz. Su primer examen lo pasará en el próximo campeonato del Cuatro y Medio. Sólo queda juntar a los pelotaris y que empiece a botar la bola de cuero.