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Entrevista:NADIA YASSIN | Portavoz del movimiento Justicia y Caridad

"En Marruecos, sólo las urnas han sido transparentes"

El Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), el partido islamista moderado que más escaños ha ganado en las elecciones de Marruecos, es 'la oposición domesticada' que 'se puede enseñar a los americanos sin que nadie se asuste'. Así describe Nadia Yassin, la hija del jeque Yassin y líder de Justicia y Caridad, a sus correligionarios. Nadia Yassin es también la portavoz de hecho del movimiento islamista que fundó su padre, el de mayor capacidad de movilización en Marruecos, por encima del PJD. Ilegal pero tolerada, Justicia y Caridad preconizó el boicoteo de las legislativas del pasado viernes.

Pregunta. La principal novedad de las elecciones ha sido la fuerte subida de la oposición islamista del PJD. ¿No otorga credibilidad ese resultado a las legislativas?

'El PJD es una oposición domesticada que se puede enseñar a los americanos'

Respuesta. No. El PJD ha cosechado, muy probablemente, más sufragios que los socialistas, pero eso no aparece en los resultados que colocan a éstos en cabeza. El poder les ha dejado crecer porque son una oposición domesticada. Se les puede enseñar a los americanos sin que se asusten y presumir de que aquí, a diferencia de otros países árabes, tenemos a unos islamistas dóciles que juegan el juego constitucional. No me extrañaría nada que les propongan darles unas carteras. Así se mojan también ante la mala racha económica que se avecina. Aunque toquen poder, no cambiará nada en Marruecos.

P. Entonces, para usted, estas elecciones han sido como las anteriores.

R. Sólo las urnas eran transparentes. Desde el sistema electoral elegido hasta la proliferación de partidos artificiales -cuantos más hay, mayor es el poder de arbitrio del majzén-, pasando por el recorte de las circunscripciones y por la enorme demora en la publicación de resultados, todo ha sido de nuevo una Manipulación, con una eme mayúscula.

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P. No ha sido ésa, sin embargo, la principal razón que les ha incitado a preconizar el boicoteo.

R. No. Ha sido el artículo 19 de la Constitución, aquel que otorga plenos poderes al rey. ¿De qué sirve elegir a un Parlamento y a un Gobierno que no pintan nada? Mi padre dice que la monarquía es contraria al islam. Dejemos eso un momento de lado. Para concurrir a las elecciones, hay que tener unas mínimas garantías de que, si ganas, vas a poder erradicar el nepotismo, acabar con las prerrogativas que sólo permiten a unos cuantos hacer negocios, hacer justicia, etcétera. No las hay.

P. El papel de la monarquía y la participación en las instituciones les separa de sus correligionarios del PJD, pero en todo lo demás están de acuerdo.

R. Tampoco. En el fondo, ellos quieren poner parches y no rehacer el edificio. Practican además un islam algo rígido, estancado. Rechazan, por ejemplo, modificar el estatuto de la mujer. Nosotros no creemos que sea intocable, aunque tampoco queremos que evolucione en el sentido propuesto por los socialistas.

P. El PJD ha logrado sus mayores éxitos en Casablanca y en el norte, allí donde está más implantada Justicia y Caridad. ¿No será que algunos de sus militantes han preferido votarles en lugar de boicotear?

R. No le digo que alguno no lo haya hecho. Es verdad, a grandes rasgos, la coincidencia geográfica que usted menciona. Pero se explica porque el sustrato social de nuestros movimientos es el mismo. Ahora bien, ellos no se atreven a convocar una manifestación si nuestra gente no se echa a la calle. Somos nosotros quienes podemos llenar la calle.

90 horas más tarde

Noventa horas después del cierre de los colegios electorales, el ministro del Interior marroquí, Driss Jettu, divulgó ayer el reparto definitivo de los 325 escaños del Parlamento, pero no proporcionó aún datos sobre el número de votantes ni los sufragios obtenidos por cada partido. Las elecciones se celebraron el pasado viernes.

Jettu pudo dar a conocer la adjudicación porque, por fin, concluyó el escrutinio de la lista de candidaturas de mujeres, de la que dependían 30 escaños. De ese lote, los socialistas obtienen cinco, seguidos por los nacionalistas del Istiqlal y los islamistas del Partido de la Justicia y Desarrollo (cuatro cada uno) y por los barones del Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI), con tres.

En total, los socialistas se mantienen en cabeza con 50 diputados; en segundo lugar figura el Istiqlal, con 48; en el tercer puesto, los islamistas consiguen 42, y el RNI, 41. El resto del Parlamento está muy fragmentado. At Tajdid, el órgano del PJD, desafió ayer en primera página a Interior publicando algunos resultados que no están en línea con los difundidos por Jettu. Titulaba que su lista femenina había sido la más votada. En Casablanca, la mayor ciudad del país, cosechó 140.000 votos, muy por delante de los socialistas (57.000 sufragios) y del Istiqlal (41.000).

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