'Los cirujanos copiamos a Dios'

Pregunta. Ha venido a un curso sobre 'El futuro del aumento mamario'. ¿Qué futuro le ve?

Respuesta. Para mí lo importante es procurar hacer la cirugía dentro de las proporciones de la paciente, y no según las tendencias de la moda. Las anglosajonas tienen poco seno, y quieren mamas demasiado grandes.

P. Tiene desolada a la parroquia desde que anunció que se retira este año.

R. Yo no me retiro. Pero estoy preparando mi clínica con mis colaboradores para cuando suceda, en un futuro remoto. Por el momento, me encanta lo que hago y Dios me ha dado salud.

P. Como brasileño, ¿es usted más famoso que Pelé?

R. Pelé es más famoso, porque es un gran futbolista. Yo jamás conseguí meter tantos goles.

P. ¿Hay algún famoso o miembro de la jet set que no haya pasado por sus manos?

R. Muchos, muchos. Lo que hay que conseguir es la belleza natural. Copiamos a Dios.

P. ¿Cómo le quedan las copias?

R. Nunca igualan al original.

P. ¿Usa bisturí o varita mágica?

R. Yo llamo 'cuerpo lúcido' a quien comprende mis limitaciones. Yo no tengo varita mágica.

P. ¿Cuál es su obra de arte humana?

R. Mis hijos, porque fueron hechos con un amor diferente.

P. Sofía Loren no va ni a la ducha sin usted.

R. Mi mejor paciente será aquél a quien encuentre feliz tras la operación.

P. ¿Tiene algo que ver con los traseros de Miguel Bosé y de Antonio Banderas, o se concentró en el de Raquel Welch?

R. No suelo mirar el bumbum de los hombres, porque no es mi preferencia. Ellos no acumulan grasa con la edad. Por eso lo tienen más fuerte.

P. Ha operado muchas orejas. ¿Por qué no ha echado una mano a Carlos de Inglaterra?

R. Creo que está muy feliz. Esas orejas en uno que es rey, o casi, importan menos que en un plebeyo [Risas].

P. Vinicius de Moraes inventó el verbo pitanguizar. ¿Le hizo usted algún favor?

R. Vinicius era un gran amigo y un hombre de gran sensibilidad. Le encantaba la mujer, y puede que alguna que le encantase fuera paciente mía.

P. Ya. Porque usted ha pitanguizado a casi todas en su país.

R. He pitanguizado a mucha gente .

P. Hace dos años, en Brasil se acabaron las reservas de silicona. ¿Ya se la han metido ustedes toda?

R. Curiosamente, en Brasil tengo una cola mayor de gente que espera para la reducción mamaria que para el aumento.

P. ¿Es bueno ir con dos airbag, como van algunas?

R. Me parece terrible y antierótico. Dan ganas de agujereárselos con una aguja de tricotar.

P. Usted, que ha hecho operaciones tan diversas, ¿podría ensayar con Bush una liposucción del carácter?

R. Pues mire, Bush tiene un carácter difícil de sopesar. Pero lo que me preocupa no es él, sino toda la gente que lo está apoyando. A mí me encanta América, pero no el poder absoluto.

P. 'Tan importante es la atención al cuerpo como al alma'. ¿Se ha encontrado el alma alguna vez en sus operaciones?

R. El alma está siempre presente antes de operar, y es fundamental al hacer el diagnóstico.

P. Mitterrand le hizo caballero de la Legión de Honor francesa. ¿Tenía mucho que agradecerle?

R. En Francia tuve la suerte de atender a la población necesitada y formar cirujanos, en el sentido de Mao Zedong, cuando decía que no había que dar a la gente el pez, sino el anzuelo.

P. ¿Es cierto que una princesa italiana dio una fiesta para enseñar sus senos-Pitanguy a quinientos invitados?

R. Nunca, nunca he visto algo así en sociedad. Me hubiera gustado estar presente [Risas].

P. Usted se ha forrado gracias a la obsesión de los brasileños por la estética.

R. No me considero rico. Nunca es mucho lo que gana un hombre que trabaja con sus manos. Nada comparado con quienes trabajan con el dinero para hacer dinero.

P. ¿Empezó a hacer kárate por si tenía que defenderse de algún cliente descontento?

R. A los clientes descontentos es mejor reoperarlos que matarlos con el kárate. [Risas].

P. Habla de democratizar la cirugía plástica, y un día a la semana opera gratis. ¿Qué tiene de Teresa de Calcuta?

R. Todos tenemos un poco de Teresa de Calcuta, porque en la vida aprendes que dar es mucho más importante que recibir.