Los consejos de administración: ¿son equipos de trabajo?

Los consejos de administración, en cuanto que órganos del gobierno corporativo, deben ser más que meros entes de control de los gestores, correas de transmisión de los accionistas y otros grupos de interés, o guardianes de la legalidad. Un buen funcionamiento de un consejo de administración exige que éste funcione como un equipo, aprovechando todos los conocimientos y experiencias presentes en el mismo, y no sea una mera agregación episódica de individuos representando intereses parciales.

¿Qué prácticas pueden fomentar el buen trabajo en equipo de los consejos de administración?

- Es conveniente establecer subcomités para trabajar mejor las fases que preceden a la decisión final sobre temas importantes (recogida y análisis de información, elaboración de alternativas, etcétera).

Los ejecutivos con altura profesional para estar en un consejo suelen carecer de experiencia para el trabajo en equipo

Mejorar el gobierno corporativo no se logra sólo regulando. Es clave fomentar procesos y estructuras de toma de decisiones en equipo

- Encargar a estos subcomités tareas que necesiten trabajo entre reuniones plenarias, para promover la interacción permanente entre sus miembros y hacer de la labor de consejero una actividad no intermitente.

- Facilitar el acceso de los consejeros a los directivos de la empresa para recabar información de asuntos que les puedan parecer pertinentes contribuye a una concepción continua de su trabajo.

- Una vez al año se debería realizar una reunión de dos días de duración, fuera de la sede, para facilitar el conocimiento mutuo de los consejeros, y con una agenda (una evaluación estratégica, por ejemplo) que afecte a la empresa en su integridad y al largo plazo.

- Encargar al coordinador del subcomité de evaluación y selección de consejeros tareas de mantenimiento social del consejo, por ejemplo, vigilar un reparto equilibrado del tiempo de intervención en las reuniones, detectar necesidades de ayuda y preparar los criterios de evaluación del grupo.

- Para decisiones de alto impacto, incertidumbre o ambigüedad, hay que establecer procesos de toma de decisiones distintos de la discusión abierta, o de la búsqueda del consenso. Métodos de trabajo como los de debate dialéctico y de abogado del diablo estructuran la elaboración de alternativas y su crítica sistemática. Más importante todavía, estos métodos asignan roles prefijados a los consejeros (argumentar en pro o contra de determinado asunto, por ejemplo), que serán distintos de los intereses que pueden representar en el consejo, favoreciendo la objetividad del análisis.

- Aumentar en lo posible el porcentaje de consejeros independientes con experiencia generalista.

Todas estas prácticas tienen dos denominadores comunes. En primer lugar, la estructuración sistemática del proceso del trabajo en equipo. Por consiguiente, y en segundo lugar, la existencia de un liderazgo de consejo fuerte que lleve a cabo esa estructuración. Desafortunadamente, los ejecutivos con la estatura profesional para formar parte de algún consejo, suelen carecer de la experiencia necesaria para el trabajo en equipo, y suelen exceder en preocupación por su estatus, para ser eficaces.

Mejorar el gobierno corporativo no se consigue única ni siquiera principalmente regulando al detalle la función de control de los consejos o la auditoría. Clave para esa mejora es también fomentar procesos y estructuras de toma de decisiones en equipo. El buen gobierno es también una cuestión de comportamiento, y no sólo de regulación.

José Luis Álvarez es profesor del Instituto de Empresa.