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Reportaje:

Oportunidades a largo plazo

Las caídas en los valores del Ibex auguran buenas inversiones a futuro

Telefónica llegó a cotizar en marzo de 2000 a 30,59 euros. El viernes cerró a 7,98. El precio de una acción de TPI en febrero de 2000 era de 27,3 euros. En la última jornada bursátil se situó en 2,82 euros. Las distancias entre unas y otras cotizaciones son tan extraordinarias que invitan a creer que, con el tiempo, se acortarán. Quien coloque hoy su dinero en Bolsa puede que recoja, no mañana ni el mes que viene, pero sí dentro de unos años, unas fuertes ganancias.

Es importante analizar la rentabilidad por dividendo que, a los precios actuales, se obtiene con la inversión en determinadas acciones
Para periodos de 12 meses y hasta cinco años se deduce que las ganancias serán, en muchos casos, superiores al 100%
Las 'gangas' sólo tienen la posibilidad de convertirse en realidad si el inversor se plantea no vender en años

Hay quien habla de 'gangas' para un gran parte de los valores del Ibex 35 que, en muchos casos, han marcado a lo largo de esta pasada semana sus niveles mínimos anuales de cotización. Tales gangas no existen si el inversor se plantea invertir en acciones a muy corto plazo. Telefónica, Repsol, Carrefour, Iberia, Zeltia o Sol Meliá pueden parecer hoy baratas y, sin embargo, serlo más mañana mismo. Esas oportunidades tienen la posibilidad de convertirse en reales si el inversor se plantea invertir a largo plazo (años, no días).

Casi ningún experto duda de que, con el tiempo, las cotizaciones volverán a niveles pasados que ahora parecen impensables. Del análisis de los datos, para periodos de 12 meses y hasta 5 años (ver cuadro), se deduce que, si tal recuperación se produce, las ganancias serán, en la mayor parte de los casos, superiores al 100%. En algunos, incluso, se podría multiplicar la inversión por tres, cuatro, ocho y hasta por 35 veces.

Telefónica es el valor, por volumen de negociación de sus títulos, más importante de la Bolsa y, por tanto, con mayor ponderación en el Ibex 35. El viernes cerró a 7,98 euros, tras remontar sus 7,72 euros (mínimo anual) del día 24. En noviembre del año pasado, su precio era de 15,86 euros. En marzo de 2000, su cotización superaba los 30 euros. Si las matildes, como se conoce popularmente este valor, recuperaran su nivel de hace tan sólo 12 meses (aunque lo hicieran dentro de dos, tres o cuatro años) sorprenderían a quien las comprara hoy por hoy con una ganancia del 98,74%, tasa de revalorización impensable en cualquier producto de renta fija a plazo de unos, dos, tres o más años. Si Telefónica llegara a cotizar a niveles máximos (30,5 euros), el rendimiento que se obtendría con los precios actuales rozaría el 285%. Por cada euro invertido se recogerían, de beneficios, 2,85 euros.

Si este caso es extraordinario, los hay mucho más impresionantes, aunque tal vez mucho más difíciles de conseguir. Terra, en plena burbuja tecnológica, llegó a negociarse a 157,85 euros. Hoy se pagan poco más de cuatro euros por una de sus acciones (el pasado 24 de septiembre marcó su mínimo anual en 3,95 euros). Casi nadie cree que se alcancen aquellos niveles de cotización, ni siquiera cuando se habla de medio y largo plazo, pero sí que este valor puede recuperar (en 12, 24, 36 o más meses) su precio de hace tiempo, unos 10,7 euros. Si la teoría se convirtiera en realidad, la ganancia a recoger sería tan sólo ligeramente inferior al 150%.

En general, todos los valores del Ibex 35 ofrecen, al menos teóricamente, la posibilidad, dados sus precios actuales de obtener importantes rendimientos a largo plazo. No todos, sin embargo, en la misma proporción. La concesionaria de autopistas Acesa cotiza en la actualidad a 11,46 euros. Su precio máximo de los últimos 12 meses quedó establecido el pasado día 12 en 12,03 euros. Su nivel más alto de los últimos 5 años fue de 13,47 euros. Las posibles revalorizaciones, bajo esos topes, quedan reducidas a un 5% y a un 17,57%, respectivamente.

Decidir por qué valor se ha de apostar a futuro no es tarea sencilla. Como primer paso, hay que tener claro que, a corto plazo, aún se pueden registrar pérdidas. Se necesita, por tanto, dinero no imprescindible para vivir, una buena dosis de paciencia y tiempo. En segundo lugar, es importante no dejarse tentar por las teóricas posibilidades de conseguir ganancias, aunque sea a largo plazo. No todos los valores tienen la misma capacidad de recuperación. Por último, también puede ser importante analizar la rentabilidad por dividendo que, a los precios actuales, se obtiene con la inversión en determinadas acciones. Endesa, por ejemplo, ofrece en la actualidad una rentabilidad por dividendo cercana al 9%, lo que hace que, incluso como pura renta fija, pueda resultar una inversión atractiva. No sucede lo mismo, por ejemplo, con Inditex, cuyo rendimiento por esta vía no llega al 1%.

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